Jorge Fossati pudo sentir, en carne propia, como es tener que responder a las polémica actitudes de Christian Cueva, jugador al que recibió el lunes en la Videna exhortándolo a trabajar desde el pasado martes, para que vuelva a la selección peruana, pero el jugador decidió hacer caso omiso a la recomendación del uruguayo.
El entrenador pudo enterarse por la prensa de la actitud del popular ‘Aladino’ y buscó restarle importancia dada cuenta que para el DT solo importa que el mediocampista pase lo más pronto por el quirófano.
“Yo entiendo que para ti, como periodista, te preocupa ver cómo le damos tinte sensacionalismo a esto. Entonces yo preguntaría qué cambia hasta que no lo opere, lo que esté haciendo. A mí, no me cambia nada”, dijo enérgico.
“Da lo mismo que esté jugando una pichanga o que esté en la playa. El problema de él ojalá que fuera eso. Si fuera eso yo estaría feliz, pero los médicos me dicen que hoy tiene que ser operado sí o sí, no hay otra solución”, dijo con cara de pocos amigos.
“Lo que si me preocupa es que los médicos de la selección trabajen en ese sentido para que la operación sea lo más rápido que se pueda. Se habían hecho contactos para que sea en el exterior”, mencionó.
“Que tomen la mejor decisión para el futbolista y si en Perú hay especialistas, que sé que los hay para operar ‘cruzados’, a mí no me cambia nada, que lo operen aquí o allá, pero que lo operen, eso es lo que me cambia, pues mientras más se demore la operación, más se demora la recuperación”, finalizó.
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