Mi gente de ‘La fe de Cuto’, luego de las reveladoras confesiones de Amilton Prado la semana pasada, en esta edición les traemos la segunda parte de la charla con ‘El cholito’, donde cuenta sus más divertidas anécdotas en Cristal, Alianza Lima y el León de Huánuco.
Durante la conversación, cuenta sus anécdotas con Jefferson Farfán, Paolo Guerrero, Jorge Sampaoli, Chemo del Solar, entre otras importantes figuras del mundo de la pelotita.
Además, Amilton Prado revela a qué se dedica actualmente, con un negocio en el rubro inmobiliario y preparando muchachos en el ámbito del balompié tal y como le enseñaron sus maestros. Y ya saben, no se olviden que la fe es lo más lindo de la vida. Haaarto aguadito.
Roberto, Guillermo, la Foca, Waly Sánchez, Cruzado, Junior Visa, Christofer Soto, toda esa generación de los chicos... un día estaban tomando Pepe, Jayo... pero no venía Waldir y se acerca la Foca a decirme ‘oye tío, le vamos a dar duro a Waldir, no se metan, ese se cree vivo’. Waldir quería batutear. Le dijimos que no nos íbamos a meter, llega Waldir y todos los chibolos, la Foquita, Roberto, todos, no te equivoques, Waldir quiso que lo apoyáramos pero no nos metimos, le metieron una tanta a Waldir, lo calatearon...
Jefferson era más cargoso, Pepe le decía que zapatee, calatito lo tenía, Cucurucho, Guillermo, la Foca, Visa, todos. El que sí era fuerte era Reynaldo, Reynaldo no se dejaba, pero la Foquitaa calatito zapateaba, ahora se viene a agrandar el zambo.
Roberto vive en Puente Piedra y mi tío, familia de mi mamá, le vendía leche. Era un cholón que todos los días a las 4 de la mañana pasaba gritando. Y este zambo lo tenía loco, que no llegaba. Yo le ofrecí que nos fuéramos y regresesáramos juntos. Un día le pregunto, qué tomaste de desayuno, me dijo ‘tío, no me hables de eso, desayuno no se toma, aparte tu tío el que vende la leche la vende muy cara’. Yo le dije que me hubiera avisado, que mi abuela preparaba chapo de la selva. Su bracito estaba flaco, estaba tela. Al día siguiente, mi abuela lo espera con su vaso y sus dos panes.
Así estuvo dos meses, tres meses, pero cada vez le decía ‘mamita no te preocupes, ahora que cobre, yo mismo soy, el cholo no da nada acá, yo te voy a llenar la refrigeradora’. Han pasado cuántos años, se ha ido a Argentina y no ha mandado ni la camiseta. Ni ha ido a verla, que está viva, pero al mes, decía ‘estoy agarrando’... se tomaba dos vasos. El zambo comenzó a tener forma... Todavía decía, ‘el cholo no te da nada, yo te voy a dar en dólares’, así hablaba, yo lo miraba nomás. Por eso yo cuando lo veo, no le digo nada, hasta ahorita está esperando mi abuela, ya se retiró, está vendiendo humo.
En el 2003, me voy al Boys porque en el 2002 perdimos el título con la U, jugamos el primer clásico en el Monumental, que la Foquita y el Zorrito Aguirre fallaron más goles, la Foquita era un crack... En el 2002 termina, cambiar de entrenador y llega el Chepe Torres. Chepe trae a su gente, yo también quería jugar, no tenía representante y me entra la llamada de uno que me dice ‘hola, cholo, ¿cómo andás? yo te puedo hacer el mejor lateral del Perú... creéme a mí, te habla Jorge Sampaoli... yo te quiero traer al Boys conmigo, vamos a armar un equipo y nos vamos a comer a todos’.
Me llama el presidente del Boys, yo quería ir, estaba en la pretemporada de Alianza y me salí. Cuando llego al Boys, Sampaoli me dijo que tenía que empezar de cero, me tiré 20 días más con ellos haciendo la pretemporada. Era un equipazo, le ganábamos a todos, hasta que un día, concentrábamos en La Perla, yo entro, la cama era grandota, un cuarto era una suite y Sampaoli entraba a cargosear, era ladilla.
Si llegabas tarde te hacía trotar en un cuadradito y se reía, los mandaba a su casa. Yo le decía, ‘pelado, conmigo no te juegues’, es que te echaba agua, era medio loco. Un día yo estaba concentrando con Pedro Plaza y llega y se pone a cargosear y lo metimos a la piscina. Nos dijo, ‘esto no se queda así’. A Pedro un día le echó agua a sus zapatillas. Nos decía ‘me la debes, yo no me olvido, vas a ver’, nosotros le decíamos, ‘fuera, pelao’, déjate de cargosear’. Entre todos le quitamos las zapatillas y dio su charla sin zapatos, se las escondimos, así se fue al bus sin zapatillas.
En 2004 Alianza estaba quebrado financieramente. 2003 y ahí es donde le ganamos 5-1 en Matute un Cristal Alianza, donde botan a los cinco jugadores, creo que estaba Ferrari, Marengo, el Chino Huamán, Jorge Soto y Miranda, a los cinco los separan. En el túnel, Jaime Noriega me dice que quería que vuelva al club. Yo le dije que ya, que quería volver a la casa. En Alianza vivías pero nunca veías el money, todo era ‘jajaja’, comida, barrunto, todo, pero la candela... Dije no, me voy.
Yo quería asegurar dos años en Cristal, pero no quisieron, me hicieron firmar por un año. Me hicieron firmar uno... a mí Cristal me daba premios, un bono por ir a la selección, un bono por campeonar. Jorge Soto me enseñó a hacer el contrato. Firmo un año y en junio me renovaron por dos años más, firmé por tres años y comencé a guardar, le daba a mi esposa, ahí empecé a poder hacer algo. Antes solo me debían. De alguna u otra forma ahí me proyecto, de acá no me muevo, sabía que la única forma de hacer plata era en Cristal. Yo jugaba casi todos los partidos, no paraba, todo el año no paraba y es ahí donde firmo dos años más en el club y en 2004 perdemos otra final por penales, Cristal vs. Alianza, nosotros estábamos esperando el partido de Alianza con Cienciano en el Cusco, cuando Aldo Olcese, el más vivo... Alianza es Alianza, la U es la U. La ventaja de Alianza la tenía la Foquita. Llegamos a los penales y Beto Araujo la manda allá donde vendían anticuchos, qué abusivo le dije. Mi hermano Alberto Rodríguez, que me ha hecho trizas, le dijeron anda, y él se negó. Yo cuando vi eso, dije ya fui pues. Tenían bastante fe que el Loco se la iba agarrar con Ciurlizza o Chicho, porque ellos nunca patearon penales, pero estuvo para ellos. Perdimos otra final, ya van dos. 2005 llega ‘hombre, tío’, llega Chemo y la primera vez que lo veo fue una admiración.
Yo lo había enfrentado a él en 2002, en la final en el Monumental, en el primer clásico que hubo. Chemo es un espectáculo. Cuando llega él, estaba con el dejo español, me llama a un costado porque estaba gordo y me dice ‘hombre tío, vosotros tenías una mochila atrás de 10 kilos y así, en la élite, no podés jugar’. Yo hoy puedo reirme de esto pero en ese momento no, decía, este está loco. Llega, da su charla y en una charla le dice a Chiroque, ‘tú eres un tipo de regate, lo tenés que mear’, todo era para reirse. Chiroque estaba asutado, parecía un pajarito. Termina la charla, lo miro y se va al baño. Le pregunto qué hacía y me dijo ‘es que me dijo que tenía que mear’, ese...
De ahí nos toca ir a jugar a una Libertadores, estábamos ganando y Chemo nos dice ‘no sé qué decirles, si ustedes siguen así, voy a meter a mis dos jinetes’, Henry Colán y Chiroque, más ahogados estaban esos jinetes. Un día estábamos en Argentina, les ganábamos a Estudiantes 3-0, Chemo entra al camarín y nos dice, ‘no sé qué hacer, quiero llorar’. Esa barra de Estudiantes comienzan a golpear, comenzaron a cantar, es raro, los argentinos cuando te cantan... dimos vergüenza, tu hermano Juan Flores comienza a hablar tonterías, Chemo lo tenía cruzado y te acuerdas cuando vamos a jugar con la U en Tacna, Chemo decía en su charla, ‘yo me lo cruzo, le meto’... Chemo más flojo.
Yo ya estaba en Cristal en 2004, yo pregunto cómo es como el premio, si yo había jugado todo el año en Alianza, Jorge me dice ‘si ustedes juegan les van a dar 1000 dólares’, yo no iba atracar por 1000 dólares. Me llama Pepe y me dice que hay 8 lucas, si campeonas 10, yo jugué, pero ahí es donde perdimos por penales, nos gana Alianza, ahí campeona, es raro venir a jugar 2004 ya sin emoción, en Alianza habíamos pasado un montón. Recuerdo que en ese año yo estaba en Cristal y el señor Erick Delgado que acabas de entrevistar... no cuenta eso... Nuestro entrenador era Wilmar Valencia, tú sabes cómo es él, siempre frontal, es un hombre correcto. Recuerdo que ese año le da varicela a Erick Delgado, el profe le dice que se recupere, que cuando regrese iba tapar, pero lo que no sabía era que Roverano la estaba rompiendo. El loco se recupera, llega al club y él pensó que era ‘Erick Delgado, el único’. Llegamos a la charla, salen los 11, Gustavo Roverano en el arco y el loco... asu, aguantarlo ahora al loco. Sube Wilmar al bus, el loco subió molesto y nosotros lo hincábamos y le gritaba a Wilmar ‘me cocinaste, vas a ver, ya te vas a ir’, te imaginas todo el camino. El loco no tapó nunca, encima estaba volando y empiezan a gritarle pavo de afuera y él contestaba ‘pavo con plata’. Le decíamos ‘loco, tranquilo’.
Yo estuve con él en Cristal, con Balán, él ha jugado en la Católica de Chile, él me decía, ‘acá yo soy ídolo, acá Balán es ídolo’, yo no le creía. Me decía ‘tú qué sabes’. Yo le decía, ‘quiero ver, que la gente te aplauda’ y justo Ferreira hace un gol, nos empatan y el único delantero era Balán. Yo lo motivaba, su ojo que miraba al revés, y total que está calentando y vino un pata, agarró una manzana podrida y le metió en la cara a Balán.
En 2010, 2011, vamos a la final con ustedes. Les ganamos en Chiclayo, íbamos a Matute en 2011 y nos ganan con gol de Cachete. Si yo lo saqué al Cholo Ascoy. Te voy a contar esa, a él yo lo conozco de chiquito, desde que era agrandadito, él piensa que es ruso. En los Sudamericanos cuando vas a un lugar, una mesa le pertenece a Perú, nosotros teníamos nuestra mesa y al costado lo veías a Ronaldiño. En esa sub20 la mayoría estábamos en primera, en la U estaba el Pompo, Matellini, Carrión, Paco Bazán, en Cristal estaba yo, Ismael Alvarado, en Cienciano estaba el colorado Albín, en la U estaba Piero Alva, era un equipazo, estaba Arakaki. El Pompo Cordero lo tenía loco al cholo Ascoy, cada vez que tenía el almuerzo, le quitaba la comida, lo tuvo así como 10 días, yo le decía ‘Agarra tu plato. El Pompo te va agarrar de lorna’. El cholo Ascoy se bajoneaba, lloraba. Le dije ‘vamos hacer algo, cuánto te han dado de viáticos’, nos habían dado 1000 dólares’, yo le propuse que lo iba chalequear. Le dije ‘cuando el Pompo haga eso, encáralo, dile, vamos a tu cuarto porque te voy a dar duro’. Llegamos y el cholo se le para, yo le decía, ‘adelántalo’. Llegamos todos y apostamos, todos decían que el Pompo le daba duro, que tenía calle, yo le decía que no escuche a nadie. Entra Mario, el Pompo, yo y el Cholo. Sacamos la cama, quedó un espacio y el Cholo Ascoy le dio, el Cholo estaba con toda la ira, agarró moral. Acabó, vinieron los profes y el Cholo salió alturado, con cualquiera se quería agarrar. Mario le pone un mensajito en su mesa, ‘Cuídate la espalda que te voy a meter cuchillo’.
El Cholo cuando los escuchas, asu, es igual que el Cholo Fano. Claudio Pizarro, Paolo Guerrero, Jefferson Farfán, Juan Jayo Legario, Amilton Jair, Johan Fano... nadie lo quería, pero él se metía ahí... él quiere estar ahí en el aguadito. Un día estábamos en la selección conversando y mira el reloj, Claudio Pizarro, tenía un Chanel con diamantes, 50 mil euros, la Foca tenía uno con su nombre, y veo que el Cholito comienza a esconder su reloj, no quería enseñar. Él llega un día, nos convoca y llega ‘no manches, wey’. Es loco, estaba dos meses recién en México... ahí nomás lo vuelven a convocar, a él lo mandan a Colombia y llega hablando como colombiano... ese sí es igualado.
La verdad que para mí dentro del fútbol Dios me ha bendecido demasiado, he jugado con los ídolos que yo he tenido de chico, verlo al Puma, al Waldir, a Jayo, a Pepe, a Quintero, a Julinho, a Garay, a Valerio, a Bazombrío, a Muchotrigo, a Kanko. Muchos piensan que yo soy de la generación de ellos, yo debuté a los 17 años y me he formado con ellos, pero no soy de su generación, mi generación es Piero Alva, Chemo, El Chino Benavides, Paco Bazán , Machito, Cordero, ellos son mi promoción. Yo he estado en la Copa América, en selecciones donde he formado parte y poder estar con Claudio, con el Chorri, con Jayo... con Jefferson, con Paolo, jugar con ellos y poder enfrentar a Messi, tú sabes cómo son ellos, llegar a enfrentarlos a ellos es un sueño más que cumplido y es una bendición, yo puedo decir, ‘Dios me ha dado más de lo que merezco’, el tiempo que nosotros vivimos en la selección ha sido duro, verlos ahora triunfar es una bendición, ver cómo ha triunfado Jefferson es una bendición, se lo merece, por su mamá, verlo a Paolo, cómo la luchó, cómo empezó, no es fácil, irse sin saber el idioma, él es bien pegado a su familia, es bravo, y triunfar de esa manera.
Ahora el que está en deuda es Carrillo, nadie lo quería, yo le decía, ‘firma y vete, pero escúchame, cuando seas millonario, no te olvides, cuando vengas yo te voy a ir a buscar y te voy a quitar ese reloj’ y me dijo ‘no, tío, yo te lo doy, pero cuando sea millonario’ y hoy es millonario, yo no quiero reloj, yo quiero que me lleve a sacar petróleo.
Tenemos una empresa de inmobiliaria con mi esposa, el terreno que pudimos comprar, pudimos edificar un edificio multifamiliar y nos dedicamos a ese rubro. Estamos construyendo, vendiendo, hemos empezado por uno, ya vienen nuevos proyectos y también estoy entrenando, hago trabajos personalizados, estoy combinando lo del Chaval, lo de los argentinos, de Sampaoli, el mejor tacutacu que salen explotando, es bonito cuando eres un mentor, poder enseñar, instruir, no los presiono, son niños que tienen que equivocarse para poder aprender.
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