
La mamá de Jefferson Farfán, la popular doña Charo Guadalupe, fue la invitada especial del podcast La fe de Cuto y no se guardó nada. Entre risas, recuerdos y anécdotas, reveló cómo enfrentó el capítulo más polémico en la carrera de su hijo: el escándalo del hotel Golf Los Incas, donde la ‘Foquita’ fue sancionada junto a Claudio Pizarro, Andrés Mendoza y Santiago Acasiete por un acto de indisciplina en plena eliminatoria rumbo a Sudáfrica 2010.
La mujer que sacó adelante sola al crack, trabajando de noche como bailarina para darle un futuro, recordó que aquella vez no dudó en hablarle de frente. “Hijito, en un país que lleva tanto tiempo sin ir a un Mundial, no está bien que tú ni ningún otro hagan cosas indebidas. Mejor no vengan, quédense donde juegan y den oportunidad a otros chicos”, le dijo con voz firme.

LA CHARLA QUE MARCÓ A LA ‘FOQUITA’
Doña Charo relató que fue clara con su hijo. Le advirtió que no se trataba de nombres, sino de hombres, y que la disciplina era clave si quería mantenerse en la élite. “Hace 36 años que no vamos a un Mundial, no toquemos más el tema. No es fácil llevar la fama”, le soltó, recordándole la gran responsabilidad que tenía con la selección y con todo un país.
Luis Guadalupe, conductor del programa, destacó durante la entrevista que la base de todo estaba en la crianza. Ella coincidió y agregó que desde niño le ponía reglas estrictas: “Cuando bajaba a la canchita en Villa El Salvador tenía permiso de 4 a 6. Si no llegaba, yo iba con mi correa. Me abrazaba para que no lo castigara en la calle y me decía: ‘Mamá, no me pegues. Yo quiero ser futbolista’”.
La disciplina fue su bandera. “Desde la casa tienes que ser disciplinado, porque si haces lo que quieres ahora, imagínate el día que ganes dinero”, le repetía a la Foquita, quien ya demostraba su talento en los potreros de Villa.

“ESA ES TU HERRAMIENTA DE TRABAJO”
La también exbailarina confesó en otro momento que la vida en los escenarios le enseñó el valor de la disciplina y se lo transmitió a su hijo. “No podía subir de peso porque era una falta de respeto al público. Le decía a Jefferson: ‘Tienes que cuidar tu cuerpo, porque esa es tu herramienta de trabajo. Tienes que llevar una vida sana y disciplinada’”.
Hoy, lejos de las canchas, ve a su hijo reinventado y con un nuevo aire como conductor de podcast. “Me mato de la risa, porque él siempre ha sido tímido. Yo le digo: ‘¿Qué te pasó que ahora te has soltado?’. Con Roberto (Guizasola) ha hecho una buena dupla y me siento contenta, porque hace lo que le gusta”, contó orgullosa.
Entre broma y broma, doña Charo reveló que incluso la gente la reconoce en las calles. “Los mototaxistas que me conocen me gritan: ‘¡Amá Charo, dame luz!’. Yo volteo pensando que es mi hijo, pero ya quedó esa frase”, dijo, sacando carcajadas en el set.
Una vez más, la madre de la ‘Foquita’ demostró que detrás de los éxitos y tropiezos de Jefferson siempre hubo una voz firme que lo aterrizó en los momentos más difíciles.










