Por Carlos Bernuy
@BernuyCarlos
Los de Boca no serán Juniors, pero sí humanos. Jugadores de nivel, pero futbolistas con virtudes y defectos, al fin y al cabo. Alianza Lima juega este jueves ante el puntero del torneo argentino e histórico club ganador de 6 Copas Libertadores, pero en 90 minutos las cosas no se pueden pronosticar. Sino, pregúntenle a Estudiantes de La Plata que en 2010 se llevó un 4-1 de Lima.
Boca Juniors es fuerte, poderoso arriba, golpeador en el medio, pero lento y con falencias atrás. Si la pelota la tiene Cristian Pavón hay que cuidar que no acelere, si la tiene Carlos Tévez hay que impedir que gire y si la posee Edwin Cardona taparle el receptor del pase. Menuda tarea, pero no imposible, para los defensores íntimos a los que debe apoyar el volante Aldair Fuentes.
Boca Juniors se apoya mucho en la salida de su lateral izquierdo Frank Fabra y en el toque de su reciente fichaje, Emanuel Reynoso. Después, complican a todos si la pelota llega a los tres de arriba. Para marcar tienen al colombiano Wilmar Barrios que si la 'tiene que poner en el cuello la pone'. A su lado, ante la ausencia del uruguayo Nahitan Nández jugará Julio Buffarini.
¿Puntos débiles? La lentitud del lateral derecho Leonardo Jara puede ser aprovechado por los encaradores Alejandro Hohberg y Kevin Quevedo, mientras que el central Paolo Goltz suele fallar mucho en la marca. Además, Boca no es muy fuerte en la pelota parada y es allí donde Gonzalo Godoy, Aldair Fuentes o Gabriel Leyes podrían sacar ventaja. Otra iniciativa debe ser rematarle de lejos al portero Agustín Rossi.
En el papel, Boca Juniors es favorito. En la cancha, los pronósticos no pasan de ser peligrosas equivocaciones.