‘¡Libertad!’, gritó Alianza Lima detrás de los barrotes de Matute. Pero no hubo tal. Quedó preso de un gol en contra, de los milímetros que mide el VAR, de errores no forzados y de la vejez copera del ‘Gumarelo’. El cuadro blanquiazul pasó de la noche ‘a la sombra’, sin el alimento del gol y mirando las paredes de un grupo G que se complica en la Copa Libertadores. Perdió 2-1 en casa. Se encerró a sí mismo. Ahora, la clasificación está condicionada.
El Matute imbatible desde setiembre del año pasado dijo adiós al invicto por un equipo que no se encontró. Pelotazos a Pablo Sabbag, arranques de Bryan Reyna o intentar dañar en unos costados que Libertad cerró con candado, sobre todo al ex-Cantolao. Con esa misión, el campeón paraguayo armó luego su venganza por la derrota de la ida y para ello Héctor Villalba y Lorenzo Melgarejo ‘destruyeron’ en velocidad a los íntimos.
La visita avisó con un ‘mano a mano’ de Villalba (13′) y pegó después con ayuda. Santiago García hizo autogol a los 45′ y su propio rendimiento se tiró al piso. La luz de esperanza pareció prenderse cuando antes del final del primer tiempo Jesús Castillo empató. Pero el VAR detectó que el pie izquierdo de Pablo Sabbag estaba adelantado y adiós gol.
El complemento se sintetizó con la frase “vamos como sea”, aunque el que aumentó terminó siendo Libertad. Jesús Castillo falló en una jugada en el borde del área y eso terminó en el tanto de Lorenzo Melgarejo (55′). Después, ‘Chicho’ Salas mandó toda la ‘caballería’, que estuvo lejos de abrazar la remontada, más allá de un remate al poste del ‘Pirata’ Barcos a los 76′.
En cambio, los paraguayos casi convierten el resultado en goleada de contragolpe, pero las redes ya no se movieron. Ya cuando el partido se moría, Yordi Vílchez descontó con un zurdazo (93′) en un tanto que el local sí mereció, pero de poco ayudó. El grito de ‘Libertad’ de Alianza no funcionó. Fue culpable, la prisión es justa. Su destino está condicionado.
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