Firme en su postura. Guillermo Salas tuvo su primer corto circuito con un integrante de Alianza Lima. En el duelo que sus pupilos enfrentaron a Paranaense por la Libertadores, en el minuto 82, el DT decidió una variante: la del argentino Hernán Barcos por el colombiano Pablo Sabbag.
El ‘9′ cafetero salió del campo y al primer micrófono que se le cruzó, le expresó su malestar. “Estoy un poco enojado porque siempre quiero estar. Estaba mi familia en el estadio y estaban contentos porque es la primera vez que me ven en la Copa”, declaró y estas quejas no cayeron bien en el grupo.
Cuando las aguas se calmaron, el técnico decidió ir de frente y se supo que conversó con el atacante. Primero, para aclararle que por el bien del grupo un cambio no tiene por qué incomodar a nadie. Segundo, le puso ejemplos de sus compañeros que también han pasado por lo mismo y su reacción es normal.
Finalmente, le recordó que él está ocupando el puesto de un delantero idolatrado por el hincha ‘blanquiazul’, como es Hernán Barcos, o la rotación que viven los arqueros Ángelo Campos y Franco Saravia. La verdad cara a cara siempre hace bien.
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