¿Queda una última oportunidad? Alianza Lima se impuso 2-1 a Libertad, en Paraguay, y terminó con la racha negativa de 30 partidos consecutivos sin poder ganar en la Copa Libertadores, pero no ha podido cambiar su historia con los equipos brasileños en este torneo, en el que solo han podido vencerlos en dos oportunidades. La última de ellas fue en el cada vez más lejano 1997, cuando Jorge Luis Pinto entrenaba al equipo y el goleador era el histórico Waldir Sáenz.
Los resultados del conjunto victoriano ante clubes de Brasil nunca han sido de los mejores. De hecho el 0-0 en Matute contra Athletico Paranaense, fue el primer empate de los ‘blanquiazules’ en 31 partidos contra brasileños. Los otros duelos se habían saldado con 28 derrotas y solo 2 triunfos, ambos conseguidos de local. Luego han venido dos derrotas más con el Atlético Mineiro, de visita y de local, y ahora solo queda una visita al Paranaense para intentar terminar con esta racha negativa.
La primera de las victorias sobre brasileños llegó en 1988, cuando Alianza se impuso por 2-1 a Guaraní, con goles del hoy seleccionador nacional Juan Reynoso y el volante Manuel Earl, lo que significó la única victoria íntima de aquel grupo que compartían también con Sport Recife y Universitario.
En 1997, Alianza Lima llevaba 18 años sin salir campeón nacional y buscaba un cambio total. “Cuando estaba en Alianza veía algunas cosas que demostraban el por qué el equipo no salía campeón en mucho tiempo. Había mucho desorden. Claro, yo en ese momento no tenía un puesto especial, solo podía mirar y apuntar en mi cabeza todo. Cuando fui presidente me aseguré a mi mismo que iba a cambiar las cosas que había visto que no funcionaban”, recuerda Alberto Masías, quien ese año asumió la presidencia ‘blanquiazul’.
Su primera gran medida fue traer como técnico al colombiano Jorge Luis Pinto, quien apuntó a mejorar la disciplina del plantel para empezar a lograr éxitos. “Para empezar, ordenó realizar una intensa pretemporada en Arequipa, a cargo del preparador físico Santiago Santos, su compatriota. Además, dispuso algunas medidas que causaron revuelo: la prohibición de los teléfonos celulares y las radios encendidas a alto volumen en las concentraciones, así como las llamadas telefónicas y visitas personales a las casas de los jugadores por la noche para verificar que estuvieran allí”, se lee en el “Libro de oro” publicado en 2001 por los cien años de la institución blanquiazul.
Y el primer gran éxito fue un inolvidable triunfo por 1-0 ante Cruzeiro, el martes 25 de febrero de 1997, por la fase de grupos, que compartían también con Gremio y Sporting Cristal. Los de Belo Horizonte y los ‘cerveceros’ llegarían después a jugar la final de aquella edición.
Esa noche, en el Estadio Nacional, Alianza Lima salió al campo con Francisco Pizarro en el arco; Carlos Basombrío, Frank Ruiz, Víctor Hugo Marulanda y Marcial Salazar en defensa; Juan Carlos Bazalar, Paulo Hinostroza, José Luis Reyna y Marco Valencia en la volante; Marcelo Bujica y Waldir Sáenz en el ataque.
En la segunda etapa ingresarían César Rosales por Bazalar, Walter Reyes por Valencia y Jorge ‘Loverita’ Ramírez por el brasileño Bujica.
El único gol del partido lo marcó ‘Wally’, al minuto 55′, tras dejar en el camino al gigantesco portero Dida, ya por entonces seleccionado brasileño y que sería campeón del mundo con el ‘Scratch’ en 2002.
Y así lo narró Toño Vargas en aquel momento: “Buen pase de Bujica para Waldir. Elude al portero Dida. ¡Waldir, tú puedes, Waldir! ¡Waldir! ¡Atencióóóóón! ¡Gooooool! ¡Gooooool peruano! ¡Gol de Waldir! ¿Qué vas a hacer, Dida? ¡Acéptalo! ¡Waldir fue más en esa circunstancia!”.
Alianza tendrá otra oportunidad de hacer historia y dejar en el olvido esta narración, cuando visite el próximo 3 de mayo al Atlético Mineiro, al que luego recibirá el 6 de junio.
Contenido GEC