Barcelona, el Real Madrid y la Juventus defendieron este sábado la puesta en marcha de la Superliga, denunciando las “amenazas” de la UEFA, que el viernes sancionó a los otros nueve clubes en el origen de este proyecto que se opone a la Liga de Campeones.
A pesar de la retirada de los otros nueve clubes del proyecto; las mencionadas instituciones quieren “perseverar en la búsqueda de soluciones adecuadas, a pesar de las inaceptables presiones y de las amenazas por parte de la UEFA”, según un comunicado publicado por los tres clubes.
El baile de comunicados intimidantes se ha reanudado, menos de tres semanas después de que comenzara la guerra abierta entre la confederación europea y los doce clubes secesionistas, que aspiran a lanzar una competición con grandes ingresos económicos para sus miembros, la ‘realeza’ del fútbol europeo.
“Lamentamos profundamente que nuestros amigos y socios fundadores del proyecto de la Superliga se encuentren inmersos en una postura incoherente -e inconsistente- tras asumir en el día de ayer ciertos compromisos con UEFA”, añadieron.
La UEFA anunció el viernes una serie de sanciones, principalmente económicas, a los nueve clubes que anunciaron su retirada (Tottenham, Arsenal, Manchester City, Manchester United, Chelsea, Liverpool, Atlético Madrid, Inter Milan y AC Milan), tras un acuerdo en el que se “disculparon” y reconocieron “un error”.
En su comunicado de este sábado estos tres clubes estiman que están en su derecho de lanzar la competición afirmando que “los tribunales ya se han pronunciado a favor del proyecto de Superliga”.
Barcelona, Real Madrid y Juventus se referían al Tribunal de Comercio de Madrid, que ordenó a FIFA y UEFA en un procedimiento de urgencia del 20 de abril “abstenerse de adoptar toda medida o acción” que perturbara la preparación de la nueva competición, “prohibiendo que tomaran medidas disciplinarias u otras sanciones”.
En el fondo, los tres clubes defienden el objetivo de su iniciativa, “aportar soluciones a la situación insostenible que atraviesa actualmente la familia del fútbol” por lo que “reformas estructurales son indispensables”.
Reconocen ser “plenamente conscientes de la diversidad de reacciones, en muy diversos ámbitos, que ha producido la iniciativa de la Superliga y, en consecuencia, de la necesidad de reflexionar sobre los motivos que han generado dichas reacciones y reconsiderar el planteamiento propuesto en lo que resulte necesario”.
“Sin embargo, incurríamos en una grave irresponsabilidad si, siendo conscientes de las necesidades y crisis sistémica del sector del fútbol, circunstancia que nos llevó a anunciar la Superliga, abandonáramos nuestra misión de aportar soluciones eficaces y sostenibles”, añadieron en un largo comunicado.
Finalmente reiteraron su disponibilidad para “debatir” con las instancias dirigentes, “en el respeto y sin presiones intolerables”.
Con información de AFP