Las semanas previas al inicio de la temporada 2020-21 estuvieron marcadas por el deseo de Lionel Messi: abandonar Barcelona. La siguiente campaña puede repetirse una historia similar, pero con otro protagonista: Kylian Mbappé. El campeón del mundo tendría intenciones de concluir su etapa como futbolista de PSG.
Según adelanta el periódico inglés The Times, ya habría tenido lugar una reunión del jugador y sus representantes (familia en este caso) con los dirigentes del PSG en la que el delantero habría trasladado su deseo de no renovar contrato con el equipo francés y que su ciclo en París terminará al final de esta temporada.
Mbappé tiene contrato con el PSG hasta 2022, pero no quiere esperar tanto. Nasser Al-Khelaifi tendrá que decidir si ceder a sus presiones y conseguir un traspaso u obligarle a cumplir su contrato un año más y que se vaya gratis, como le ha ocurrido al Barcelona con Messi.
El delantero llegó en el 2018 al PSG procedente del Mónaco, por cerca de 180 millones de euros. Firmó un contrato de cinco años, pero ha considerado que es el momento de probar nuevos retos: el Real Madrid lo espera.
En Real Madrid, atento a la situación de Mbappé
El Real Madrid nunca ha ocultado su deseo de contar con el astro francés. Es más, los blancos están en la ‘pole’ para llevarse al francés; sin embargo, en las oficinas del Bernabéu son cautelosos en respetar los plazos.
El paco no escrito de los grandes equipos de Europa, el impide a Florentino Pérez acudir con agresividad por Mbappé, y tendrá que esperar a que éste salga libre o resuelva su ‘divorcio’ con el PSG.
Pero el conjunto de Zidane no es el único interesado, desde luego, Equipos como Juventus, Manchester City o el mismo Barcelona, que lo que tendrá que tapar de alguna manera la marcha de Messi, son equipos con capacidad económica suficiente para asumir la ficha del galo.
Mbappé se encuentra estos días en cuarentena tras dar positivo por coronavirus. Ya se perdió el debut con derrota del PSG frente al Lens por la Ligue 1 y tampoco podrá estar este domingo ante el Olympique de Marsella, en el considerado como el Clásico del fútbol francés.