
En el fútbol, a veces el golpe llega tan temprano que no da tiempo ni de pestañear. Y eso le pasó a Universitario. En apenas 12 minutos, Palmeiras le clavó dos puñales en el corazón de la Copa Libertadores y dejó al Monumental helado.
A los 7’, Matías Di Benedetto cometió un penal infantil que Gustavo Gómez, capitán y alma del ‘Verdao’, transformó en gol con la frialdad de un francotirador. Desde los once pasos, el paraguayo abrió la cuenta y encendió las alarmas en el cuadro de Fabián Bustos.
GOLAZO
La ‘U’ intentó respirar, pero en Lima no había oxígeno para los cremas. A los 12’, un desconcierto defensivo fue letal: Vitor Roque aguantó la marca en el borde del área, filtró el pase y el ‘Flaco’ López, con toda la clase del mundo, se metió como cuchillo caliente en mantequilla para fusilar a Sebastián Britos al primer palo.
El Monumental quedó en silencio, roto, viendo cómo Palmeiras desplegaba su libreto de candidato a campeón. La defensa crema, con Di Benedetto y Riveros desorientados, no encontraba respuestas ante la presión y velocidad del equipo de Abel Ferreira.
El 0-2 en apenas un cuarto de hora es un golpe durísimo para Universitario, que soñaba con dar el primer paso en casa para pelear la serie. Pero la realidad de la Libertadores es cruel: un segundo de duda y el rival te pasa por encima.








