Palmeiras pegó en el momento justo y se convirtió en el primer clasificado a los cuartos de final del Mundial de Clubes 2025. El ‘Verdão’, que chocará con Universitario en los octavos de la Copa Libertadores, venció por 1-0 a Botafogo en una batalla cerrada, de dientes apretados y con más táctica que espectáculo. El héroe fue Paulinho, quien definió el partido en el minuto 100 de la prórroga con una jugada individual de crack.
Bajo el intenso sol de Filadelfia, en el Lincoln Financial Field, el equipo de Abel Ferreira sufrió, pero terminó celebrando. Jugó los últimos minutos con uno menos tras la expulsión del capitán Gustavo Gómez, aunque ya con el boleto asegurado.
Botafogo, que venía de dar la sorpresa en el grupo más complicado del torneo al eliminar al PSG y Atlético de Madrid, no pudo repetir su hazaña. Esta vez se topó con una defensa sólida y con pocas ideas en ataque, a pesar de cerrar con superioridad numérica.
El triunfo de Palmeiras también significó una revancha: hace un año, Botafogo lo eliminó de la Copa Libertadores. Esta vez, el equipo paulista se cobró la deuda y se metió entre los ocho mejores del torneo.
El arranque fue todo menos vibrante. Como había advertido el técnico Renato Paiva, el encuentro fue de corte muy táctico. Ambos equipos se cuidaron demasiado, con líneas apretadas, sin riesgos ni emociones. Ni Estêvão ni Vitor Roque pudieron romper la monotonía en el primer tiempo.
La única emoción antes del descanso fue un derechazo del colombiano Richard Ríos que el arquero John desvió al córner. El guardameta de Botafogo sería, hasta el gol, la figura del partido con varias atajadas clave.
El complemento mostró algo más. Estêvão apareció con dos disparos que exigieron a John, pero luego fue cambiado junto con Vitor Roque. Entraron Luighi y Paulinho, y sin saberlo, Palmeiras encontró su destino.
Botafogo, con el ingreso de Savarino y Arthur Cabral, intentó asumir el protagonismo, aunque sin claridad ni peso ofensivo. Igor Jesus, héroe frente al PSG, nunca fue habilitado con ventaja.
Todo parecía encaminado a los penales. Pero en el minuto 100, apareció Paulinho. El exdelantero del Bayer Leverkusen encaró por derecha, se metió entre dos defensores y sacó un zurdazo cruzado que dejó sin reacción a John. Golazo. Grito de desahogo. Clasificación asegurada.
Paulinho, quien ha lidiado con una complicada lesión de tibia este año, firmó su redención en el mejor momento. Entró desde el banco, marcó el gol y volvió al banquillo para los últimos minutos. Héroe fugaz, pero determinante.
Minutos después del tanto, Palmeiras perdió a su capitán. Gustavo Gómez vio la segunda amarilla por una falta en el medio campo. Jugará suspendido los cuartos de final y será una baja sensible para Abel Ferreira.
El ‘Verdão’ supo sostener la ventaja con uno menos. Replegó líneas, aguantó los embates finales de Botafogo y cerró el partido con oficio. Cuando sonó el pitazo final, los hinchas de Palmeiras desataron la fiesta en las tribunas.
Con esta victoria, Palmeiras se convirtió en el primer clasificado a cuartos en esta fase eliminatoria. Los brasileños siguen dominando el torneo, con sus cuatro representantes en buen nivel. El sueño del dominio europeo todavía no se concreta.
Ahora el cuadro paulista enfrentará en cuartos al ganador del cruce entre Benfica y Chelsea, que se juega este sábado en Charlotte. Ese partido definirá el próximo rival de Palmeiras en busca de las semifinales.
Botafogo, pese a su gran fase de grupos, se despide antes de lo esperado. Pagó caro su falta de ambición ofensiva y se quedó sin ideas cuando tuvo superioridad numérica. El equipo carioca se va del Mundial de Clubes con la frente en alto, pero sin premio.
El fútbol le dio revancha al Palmeiras. Y Paulinho, con su zurda, se encargó de que todo el sufrimiento valiera la pena.
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