
En un duelo vibrante por la segunda fecha del Mundial de Clubes 2025, Botafogo sorprendió al mundo al irse al descanso con una victoria parcial 1-0 sobre el París Saint-Germain, actual campeón de la Champions League, en el imponente Rose Bowl de Pasadena.
Cuando transcurrían 36 minutos de juego, el delantero Igor Jesus rompió todos los pronósticos. Recibió un pase filtrado de Jefferson Savarino, encaró con clase a Willian Pacho, le hizo un túnel espectacular y definió cruzado para vencer a Gianluigi Donnarumma.
El tanto, desviado ligeramente en el defensor del PSG, dejó sin reacción al arquero italiano y desató la locura entre los hinchas brasileños.
DOMINIO FRANCÉS, GOL BRASILEÑO
Aunque el PSG monopolizó el balón con un 75% de posesión y casi 400 pases completados, fue Botafogo quien supo aprovechar su única oportunidad clara. El equipo dirigido por Renato Paiva resistió con orden en un sólido 4-5-1 y golpeó en el momento justo, apoyado en la velocidad de sus transiciones.
La estrategia fue clara: ceder la iniciativa, cerrar espacios y apostar por una contra letal. Y funcionó. Arthur ya había dado señales de peligro antes del cuarto de hora, pero fue Igor Jesus quien transformó la amenaza en realidad.
Luis Enrique, técnico del PSG, apostó por su habitual 4-3-3 con Kvaratskhelia como su carta desequilibrante por izquierda. Sin embargo, la defensa del Fogão respondió con firmeza y eficacia, apagando cada intento parisino.
CELEBRACIÓN CON IDENTIDAD
El gol tuvo una celebración a la altura: Igor Jesus subió a los carteles publicitarios, extendió los brazos en cruz e imitó la figura del Cristo Redentor. Una imagen simbólica, cargada de orgullo, que recorrió el mundo y emocionó a la hinchada brasileña presente en Pasadena.
Mientras tanto, el banco del PSG lucía en silencio, reflejando la sorpresa por la desventaja en un partido que venían dominando de principio a fin.
Botafogo, campeón de la Copa Libertadores, sueña con dar el golpe en el Grupo C. Y aunque queda mucho por jugar, este primer tiempo quedará como un ejemplo de cómo se puede competir —y ganar— aún contra los gigantes de Europa.











