Luego de casi tres años de la fatídica muerte del futbolista argentino Emiliano Sala, por fin David Henderson, de 67 años, ha admitido su negligencia ante la justicia. Y es que él organizó el viaje de Sala a Cardiff y este hombre reconoce que el piloto David Ibbotson no tenía el entrenamiento ni la licencia acorde para operar vuelo comercial y ahí ya empieza la negligencia.
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El avión, que viajaba en enero de 2019, desde Nantes hasta Cardiff estaba ocupado por Sala, que acababa de fichar por el Cardiff, y por David Ibbotson, el piloto, y se estrelló en el Canal de la Mancha. El cuerpo del delantero argentino fue recuperado junto al fuselaje del avión, mientras que el del piloto nunca se encontró.
Pese a que el Cardiff, club que había fichado a Emiliano Sala, intentó que el argentino viajará a Gales en un avión comercial, los intermediarios de la operación, Willie McKay y su hijo Mark, contrataron a Henderson para que organizara un vuelo privado, sin pensar que tuviera un desenlace fatal.
EL VUELO DE EMILIANO SALA
Además, las investigaciones hallaron que Henderson consiguió una avioneta para la que Ibbotson no tenía licencia, asimismo de que el vuelo se produjo en malas circunstancias metereológicas que terminaron con el accidente de la aeronave.
Incluso esta fue la segunda vez que Henderson acudió a juicio, después de que se declarara no culpable de romper ninguna ley de navegación el pasado octubre de 2021 y fuera liberado bajo fianza, a la espera de este segundo juicio en la que cambió su declaración y se declaró culpable.
Finalmente, el fiscal Martin Goudie explicó ante el tribunal el martes que “Henderson, como operador organizó dos vuelos”, uno el 19 de enero de Cardiff a Nantes para que el futbolista, que acababa de ser fichado por el club galés, fuera a Francia, donde jugaba hasta entonces, para recoger sus pertenencias y despedirse de sus compañeros, y otro de regreso dos días después para incorporarse a su primer entrenamiento. “Los organizó porque le interesaba económicamente”, sentenció.
