Racing vivió una noche inolvidable en su clasificación a los cuartos de final de la LPFA, en un partido cargado de dramatismo y en el que Gustavo Costas dejó ver no solo su alegría, sino también la tensión que lo invadió en los minutos más difíciles para darle vuelta a lo que parecía una ‘remontada’ de River Plate.
El cierre del encuentro se convirtió en una auténtica locura. Mientras el estadio explotaba con el gol agónico, Costas también exteriorizó todo lo que había reprimido durante los 90 minutos: “Primero, antes de empezar, gracias a los jugadores. Esto es todo de ellos... Se ganó con el corazón, con el alma”, expresó con énfasis.
Costas resaltó el sacrificio de varios futbolistas que llegaron al partido con molestias, entre ellos Santiago Sosa, quien jugó con una máscara protectora por una fractura en el malar. “A Santi hay que hacerle diez estatuas... Duván, Nardoni, Martirena… Dios los premió”, comentó.
El nivel de compromiso del plantel fue, según Costas, uno de los pilares para superar a un rival con el peso histórico de River. El técnico describió con admiración cómo varios jugadores pidieron continuar pese al cansancio extremo o dolores persistentes. “Lo de Sosa es extraordinario. Martirena hasta ayer a la noche no sabés cómo tenía el tobillo… no estaba al 100 por ciento para jugar”, señaló. Y sobre el tanto definitorio añadió: “El gol pienso que demuestra lo que es el equipo: pelea hasta el final cuando parecía que no entraba”.
Uno de los momentos más tensos del encuentro ocurrió cuando River revirtió el 1-0 en apenas dos minutos. “Cuando lo da vuelta River se me cruzó por la cabeza que nos tiran la camiseta, es el clásico que más ganó y siempre lo sufrimos... Yo pensé que nos tiraban la camiseta y nos ganaban”, admitió. Sin embargo, la respuesta futbolística de su equipo terminó llevándolo a la broma: “Ahora, desde el año pasado hasta hoy vamos ganando 2-1 el historial”.
Con la clasificación asegurada, Costas ya tiene claro cuál debe ser el siguiente objetivo. El entrenador no ocultó sus ambiciones y señaló que el plantel está mentalizado en levantar el título. “Racing tiene que pensar en ser campeón... Estamos en un club grande que siempre tiene que apuntar al campeonato”, sentenció. Y dejó un mensaje final lleno de convicción: “Me puedo equivocar de táctica, pero sé cómo están los chicos. Sé que estaban metidos en el campeonato y que este torneo lo tenemos que ganar”, finalizó.
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