El gusto de Diego Maradona por los autos de alta gama siempre causó la admiración de todos sus amigos y sus seguidores. Tras su muerte este patrimonio ha empezado a recuperarse no solo en argentina, sino también se ha seguido el rastro de los vehículos que poseía al rededor del mundo.
Los costosos vehículos han sido trasladados hasta una playa de estacionamiento habilitada por Sebastián Baglietto, administrador de la sucesión de Diego Maradona, quien luego dispondrá de los bienes a los herederos del jugador (Dalma, Gianinna, Jana, Diego junior y Dieguito Fernando).
Con ayuda de dos grúas se realizó la diligencia, desde el Barrio de San Andrés, en Tigre, hasta la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En esta flota de autos no se incluyó una extravagante moto que quedó en Bielorrusia.
Los dos primeros autos en llegar al garaje de Puerto Madero fueron dos BMW que tuvieron poco de parte de Diego Maradona. También se trasladó la camioneta Mercedes Benz, con la que su círculo cercano visitaba al jugador en la Clínica Olivos.
Una vez que el administrador tenga todos los vehículos en su poder, los preservará y se encargará de custodiar los mismos hasta que se complete el trámite de la sucesión. También se conoció que los vehículos en el extranjero como, el Rolls Royce Ghost, valuado en 300.000 euros y un BMW i8, tasado en 145.000, fueron vendidos en Dubái.
La misma suerte corrió la famosa Overcomer Hunta; “el tanque”, como le decía Diego Maradona. Un vehículo anfibio, con chasis de fibra de vidrio, un tanque de combustible de 100 litros, con capacidad de navegación en el agua y que estaba valorizado en 50 mil dólares.