Un camarín lleno de emoción. Afiches motivando a un puñado de guerreros. Una noche de gloria y una vida para recordar. Ese era el sueño del utilero del Chapecoense, Lucas Anderson Donizete.
Después que el fallecido arquero Danilo del Chapecoense atajó un penal al San Lorenzo y los clasificó a la final de la Copa Sudamericana, el 23 de noviembre, el popular ‘Cocada’ cerró sus ojos y tuvo una inspiración.
En secreto, preparó una forma de motivar a los jugadores de Chapecoense. Separó parte de su dinero y recogió fotos de cada uno, donde se les ve junto a sus esposas, hijos o padres. En una imprenta diseñó afiches e imprimió cientos con frases inspiradoras: “Sean campeones por ellos” o “Algunos cuentan leyendas, otros historias, pero nosotros las hacemos realidad”.
Esas imágenes iban a ser colocadas en el vestuario en la primera final con Atlético Nacional, en Medellín. Entre los restos del avión se encontró cientos de mensajes de una sorpresa para Chapecoense que nunca vio la luz.