Barcelona y Juventus oficializaron este lunes el cambio de cromos en su mediocampo: el joven brasileño Arthur Melo partirá hacia Italia, mientras que el veterano bosnio Miralem Pjanic y 12 millones de euros de superávit viajarán a la ciudad catalana.
Los dos traspasos fueron anunciados con pocos minutos de diferencia por el FC Barcelona, que conseguirá 72 millones de euros (unos 81 millones de dólares) más diez variables por el traspaso del brasileñpo y pagará 60 millones y cinco variables por la incorporación del bosnio.
Pjanic decidió realizar una ceremonia rodeado de familiares y amisgos, no aguantó las lágrimas y rompió a llorar en el hombro de su padre emocionado por fimar por el Barza.
Las camisetas del Barça también estuvieron presentes en una fiesta en la que reinó la música tradicional de Bosnia.
A nivel futbolístico, la operación resultó controvertida en el entorno mediático azulgrana por el hecho de perder a una joven promesa de 23 años a cambio de un futbolista de 30 años para una plantilla ya envejecida con sus principales figuras como Messi, Luis Suárez o Piqué superando la treintena.
Se trata de una de las principales transacciones de este verano (boreal) marcado por la crisis del coronavirus, que paralizó casi por completo el fútbol europeo y puso en dificultades económicas a muchos clubs.
El fichaje supera la cantidad superada por la activación de la opción de compra del argentino Mauro Icardi (Inter de Milán) en el París Saint-Germain (menos de 60 millones de euros), y la llegada del alemán Timo Werner (del Leipzig) al Chelsea por otros 60 millones de euros.