La ONG Amnistía Internacional (AI) aseguró este lunes que "un gigante del fútbol como el Barcelona (...) debería expresar claramente -a Catar- su deseo de jugar en un entorno respetuoso con los derechos humanos".
Anmistía Internacional hizo esta petición en un comunicado difundido hoy, en el que denunció que los trabajadores extranjeros en Catar, "entre otros los que construyen los estadios y las infraestructuras de la Copa del Mundo", continúan "a merced de jefes explotadores" a pesar de las recientes reformas de la legislación laboral.
En la nota, difundida un día antes del partido amistoso que el Barcelona jugará en Doha ante el club catarí Al Ahli, Amnistía Internacional subraya que "los jugadores y los clubes no pueden vivir en una burbuja".
"Los grandes clubes que entrenan y juegan en Catar, ayudando a que el país se convierta en un centro neurálgico para la élite del fútbol mundial, tampoco deben mirar para otro lado", asegura la nota.
En su nota Amnistía Internacional también insta a la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) a que presione a las autoridades cataríes con el objetivo de que introduzcan nuevos cambios en la legislación laboral.
"Los abusos (en Catar) seguirán manchando la reputación de la FIFA y su Copa del Mundo, a menos que presione para lograr cambios estructurales en la relación entre empleadores y trabajadores" extranjeros, asegura AI en su nota.
En un documento difundido hoy, Amnistía calificó las reformas laborales de "superficiales" y advirtió de que la nueva ley no erradica "el riesgo de trabajo forzosos y otros abusos".
El Gobierno catarí mostró su disposición a introducir cambios en la legislación a principios de año después de que ONG como Amnistía Internacional alertaran sobre la explotación laboral de los inmigrantes en las obras del Mundial 2022.
La ONG valora positivamente que "Catar haya aceptado que sus leyes estaban alimentando el abuso", pero asegura que el sistema de la "kafala", por el cual el trabajador debe dejar su pasaporte en manos de su empleador el tiempo que dure su contrato, continúa intacto aunque la nueva legislación haya suprimido su denominación.