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En la fría Munich, hay un joven al que le corre sangre caliente por las venas. Aunque Felipe Marlon Chávez Somocursio, al que de cariño le dicen ‘Pipo’, no es de hablar demasiado en español, se siente más peruano que el pan con chicharrón y su nombre ya empieza a generar ilusión por estas tierras, ávidas de encontrar un nuevo Paolo Guerrero o Claudio Pizarro.
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‘Pipo’ vino al mundo el 10 de abril de 2007, en una pequeña ciudad de Baviera llamada Aichach. Su madre es alemana, pero su padre es peruano y le transmitió desde niño el amor por la tierra de sus ancestros. Ese vínculo se reforzó con la camiseta de Alianza Lima, equipo del que toda la familia paterna es hincha.
El fútbol lo atrapó desde pequeño y sus primeros pasos los dio en el FC Augsburgo, club de la ciudad cercana donde creció. Ahí, a los 12 años, llamó la atención de los cazatalentos del Bayern Múnich, que no dudaron en llevárselo a sus academias. Era 2019 y comenzaba una aventura que hoy lo tiene en la puerta grande del fútbol mundial.
Su crecimiento ha sido rápido. Debutó con el Bayern II en 2024 y apenas un año después firmó un contrato largo con el club bávaro, convencidos de que en él hay un mediapunta diferente. En agosto pasado, Vincent Kompany lo incluyó en la pretemporada con el primer equipo y lo hizo arrancar en un amistoso contra el Grasshopper de Suiza, donde cumplió 62 minutos de alto nivel.
SU SUEÑO DE BICOLOR Y BLANQUIAZUL
Felipe no olvida sus raíces. En 2022 jugó con la selección Sub-15 de Alemania, pero al año siguiente aceptó la convocatoria de la Sub-17 de Perú para el Sudamericano en Ecuador. Más tarde, ya en 2024, debutó con la Sub-20 bicolor en un amistoso ante Costa Rica. El ‘Gringo’, como lo llaman sus compañeros por su acento, siempre mostró orgullo al vestir la franja roja.
Su padre ha sido clave en ese sentimiento. Hincha de Alianza Lima, le transmitió la pasión por el club íntimo y por la selección. Incluso, su hermano y representante, Fabián Chávez, reveló que Felipe sigue los partidos blanquiazules desde Alemania y mantiene una amistad cercana con Bassco Soyer, exjugador aliancista.
Ese lazo familiar hace que en Perú se le vea como un diamante que no se puede dejar escapar. La Federación Peruana de Fútbol ya lo tuvo en sus planes, aunque la polémica con José Guillermo del Solar lo dejó fuera del último Sudamericano Sub-20. Sin embargo, su historia aún no está escrita y sigue siendo elegible tanto para Alemania como para la Bicolor.
Felipe Chávez es uno de las jóvenes promesas en la Selección Peruana. (Foto: Getty Images)
Su aparición en escena coincidió con el fracaso de la selección peruana Sub 20. Chávez no estuvo en aquel torneo y, paradójicamente, su ausencia hizo más ruido que cualquier actuación de sus compañeros. Desde entonces, cada gol y cada asistencia en las juveniles del Bayern suena como un eco de esperanza en la Videna.
Un ejemplo claro fue su doblete en la UEFA Youth League 2025-26 frente al Chelsea. En apenas siete minutos marcó dos veces, el primero con un gol olímpico de antología. Si hubiera sido argentino, ese tanto se habría repetido en todos los noticieros deportivos del continente. En cambio, para Perú significó alimentar la ilusión de haber encontrado un nuevo conductor para la selección con miras al 2030.
¿CÓMO JUEGA?
El 12 de agosto de 2025, Felipe vivió un día que jamás olvidará. Fue titular en el amistoso del Bayern ante Grasshopper, compartiendo campo con estrellas como Serge Gnabry y Rafa Guerreiro. Disputó 62 minutos, tocó la pelota 39 veces, tuvo un 88% de precisión en los pases y, sobre todo, inició la jugada del segundo gol bávaro con un pase de 40 metros que arrancó un gesto de aprobación del técnico Vincent Kompany.
Ese debut se convirtió en la confirmación de un proceso que ya venía trabajando. En octubre de 2024 había jugado su primer partido con el Bayern II y en junio pasado firmó una renovación larga, anunciada nada menos que por Claudio Pizarro, el ídolo peruano del club bávaro. “Hoy volvemos a tener un peruano en nuestro once”, tuiteó el Bayern. Diez años después de la despedida del ‘Bombardero’, Chávez se ponía la camiseta roja.
Felipe Chávez renovó con Bayern Munich. Aquí al lado del director deportivo del club. (Foto: @FCBayernCampus)
En lo futbolístico, Felipe es polifuncional. Puede desempeñarse como enganche, mediocentro o extremo. Hoy lleva la camiseta 10 en el Bayern Sub 19, pero la mira está puesta en consolidarse en la reserva y, paso a paso, convertirse en opción real para el primer equipo. No es de celebraciones ni bailes, pero su fútbol habla lo suficiente: visión de juego, pegada en los tiros libres y un estilo que lo hace comparable a Cueva o Carrillo, aunque con sello europeo.
“A nivel de Cristiano Ronaldo o de Nolberto Solano en los tiros libres”, afirmó Pablo Zegarra, que fue su técnico en la Sub 17, hace unos meses en una entrevista a Radio Exitosa.
El volante aún puede elegir entre Alemania y Perú, y mientras en Videna hablan de proyectos hacia el 2030, el reloj corre. La Federación no puede darse el lujo de perder a un talento formado en el Bayern, un privilegio que muy pocos países de Sudamérica poseen.
Hoy Felipe Chávez está enfocado en consolidarse en Alemania. Lo inmediato es sumar más minutos en la Bundesliga o en el Bayern II. Pero en el fondo, cada paso que da en Múnich también representa un paso hacia el sueño peruano: encontrar al nuevo conductor que devuelva la magia a la selección. El talento ya lo tiene, ahora solo falta que la historia lo acerque de nuevo a la Bicolor.
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