El panorama se complica para el Arsenal, durante la semifinal de ida frente a Liverpool, por la Carabao Cup. Sobre los 23 minutos, el equipo de Mikel se quedó con un hombre menos, debido a la expulsión de Granit Xhaka, quien buscaba terminar con el contragolpe rival y cometió una dura falta contra Diogo Jota.
Todo ocurrió de manera sorpresiva, puesto que los ‘Gunners’ establecían una presión alta en campo rival, luego de una ocasión de balón parado que no fue aprovechada. A pesar de los pocos espacios, los dirigidos por Jürgen Klopp salieron con mucha inteligencia y paciencia, gracias a una serie de toques cortos.
Precisamente, Diogo Jota aclaró la escena con un pase para Roberto Firmino, quien de inmediato extendió la posesión por la izquierda, zona en la que aparecía Andrew Robertson a toda velocidad. El lateral hizo un control orientado, levantó la cabeza, divisó la proyección de su compañero portugués, que había iniciado la jugada, y lo habilitó con un largo envío.
La línea defensiva del Arsenal se encontraba en desventaja y todos trataron de regresar de manera desesperada, intentando proteger al portero Aaron Ramsdale. Para lamento de Mikel Arteta, Granit Xhaka fue superado en velocidad y, como último recurso, el volante suizo decidió elevar la pierna izquierda para despejar la pelota.
Sin embargo, Diogo Jota se había anticipado y terminó recibiendo el golpe en el pecho. Los dos deportistas quedaron tendidos en el césped, pero no había duda para el árbitro Michael Oliver: Xhaka merecía ser expulsado. De esta forma, Liverpool, jugando en Anfield, puede aprovechar la ventaja numérica para llegar al triunfo.