POR: FERNANDO ‘VOCHA’ DÁVILA
En el grupo de históricos, Eusebio Acasuzo tiene un lugar privilegiado. El ‘Chevo’ pertenece a los elegidos de nuestro fútbol y en tiempos de cuarentena hace un repaso de su ayer y hoy.
¿Sigues con el gimnasio?
Iba cinco veces por semana, ahora trabajo una hora en mi azotea.
¿Te cuidas con la comida?
Ando en 89 kilos y para mi metro 83 estoy en buen peso.
¿Siempre cuidaste la figura?
Comía normal.
¿Juan Carlos Oblitas era ‘cuchara brava’?
Nunca repetía.
¿Es cierto que Óscar Arizaga sabía sentarse en una mesa de cinco tenedores?
Cuando nos tocaba ir a restaurantes de lujo, lo retábamos a ver si sabía por dónde empezar y la hacía.
Les tapó la boca...
Como eran cubiertos de plata, creo que aprendió para después llevárselos a su casa.
En tus tiempos no habían nutricionistas.
La comida era igual para todos.
Tampoco tenían preparador de arqueros...
En la selección tuve a don Rafael Asca y con su experiencia me transmitió mucho, pero en mis comienzos, en Huaral, el masajista que dirigió en la Liga era quien me entrenaba.
¿En qué país cambiaron los nombres a los platos de comida?
En La Paz fui a un hotel a firmar por Bolívar y cuando acabó todo, le dije al profesor Moisés Barack, quien me había llevado, que quería comer chifa y me mandó al frente.
¿Había?
Pedí un chaufa, el chino no entendía, en la carta no encontraba nada parecido...
¿Qué hiciste?
Apareció un arequipeño, me vio, saludó y me dijo: ‘Acá no se llama así. Lo llaman arroz frito porque se prepara en una sartén’.
¿Cuántos goles son tu responsabilidad en el 4-2 que nos ganó Chile en el repechaje para México 86?
El segundo de Rubio. Los demás son errores compartidos.
Ese equipo estuvo a punto de dejar fuera a la Argentina de Maradona y Gareca, y después fuimos eliminados...
Es que el grupo no volvió a trabajar en ningún club.
¿Cómo quiénes?
Barbadillo y Uribe, libres de sus clubes de Italia; Cueto y La Rosa invitados en los entrenamientos de Alianza Lima, José Velásquez corría solo por la Costa Verde.
¿No siguieron trabajando con la selección?
Después que Argentina nos sacó del Mundial pasaron cinco semanas sin juntarnos.
En ese tiempo no existía la Videna...
Cada quien entrenaba como podía.
¿Le reclamaste a Chale por reemplazarte en ese partido con los chilenos?
No.
¿Por qué lo hizo?
Eso debería responderlo él.
¿Es tu ‘causa’?
Claro. Una vez con la ‘U’ fuimos a jugar a Juliaca, en la noche previa salimos juntos a pasear y encontramos al árbitro ‘Cochero de Drácula’ Gonzales, que nos iba a dirigir al día siguiente.
¿Lo ‘florearon’?
Chale se acercó, lo saludó y le dijo que debía ser un buen partido, y el réferi le respondió que no se preocupara, que sabría conducir las cosas...
¿Pasó así?
No cobró un fuera de juego y fue gol del rival. Roberto le reclamó y el juez lo calmó: ‘Ahorita empatan’.
¿Qué ocurrió?
Ignoró otro ‘offside’ y fue el segundo gol en contra. Chale se le fue encima con insultos y lo expulsaron.
¡Lo botó!
Roberto habló con los policías para que lo dejen a un lado de la cancha.
¿Para qué?
Cuando acabó el partido entró al campo y le metió una patada en la espalda al árbitro.
Increíble...
Lo castigaron por más de un año y se tuvo que ir a jugar a Ecuador.
Siempre es un gusto hablar contigo, gracias y a cuidarse...
Al ‘Trome’, que siempre tengo un ejemplar en mi casa.