Su sello es ser frontal, decir lo que piensa y siente. Erick Delgado ya es padre y desde ese cambio que le ha regalado la vida, la madurez lo ha cubierto, pero atención, no ha perdido la sinceridad en cada respuesta, la misma que lo acompaña desde que apareció en el balompié.
Sí, soy futbolista y el sueño es que juegue conmigo, llevarlo al estadio.
No, porque hasta que no lo viera, no lo iba a creer.
Cuando lo tuve en mis brazos, lo miré bien.
Cuando me retire contaré las razones por las cuales, creo yo, me marginaron.
Me consideró en dos partidos y nunca más hablamos.
Las de Roberto Mosquera.
Cuando lo tuve la primera vez de técnico nos contó que trabajaba pañando algodón y vino a Lima a buscar a su papá en una plaza y sus ojos parecían humedecerse y los de nosotros también.
Le encanta la cámara, ser el foco de atención.
Allí estaba soltero y le gustaba mirar chicas en una ciudad de mujeres muy lindas. Es un tipo que siempre está riendo... Pero en Cristal se sentaba frente a la capilla que hay en el club y paraba molesto, porque no jugaba y yo le decía que esté tranquilo, que ya le iba a llegar su oportunidad.
Con Víctor Anchante por pedido mío.
Con Miguel Miranda, pero yo sugerí que sea con alguien de mi edad.
Es que los mayores tienen sus costumbres. Desde tener el control del televisor, apagar todo y dormir. Cosas así.
Es lo último que pienso.
Le di un dinero a mi abuela, a mi mamá y con lo que sobró subí a un micro que me llevó por toda la avenida Arequipa. Tomé la conexión con uno que iba por la Javier Prado hasta llegar al Jockey Plaza a comprar un par de zapatillas.
Historia y hasta ahora la leo.
No, porque me mandaban a hacer ejercicios, no siempre es para jugar fútbol.
El frito con cebiche y sopa verde.
Allá los más ricos los encuentras en los mercaditos.
Sucedió cuando estábamos en la selección.
No importa. Solo agregar que era un jovencito y me gané el respeto de todos.
Todo el tiempo, solo salgo si debo comprar y desinfecto hasta las bolsas.
Saludos a ustedes, al ‘Bombardero’ que siempre ha creído en mí como arquero. Cuídense y, de verdad, gracias por la nota.
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