Por: Fernando ‘Vocha’ Dávila
Su sello es ser frontal, decir lo que piensa y siente. Erick Delgado ya es padre y desde ese cambio que le ha regalado la vida, la madurez lo ha cubierto, pero atención, no ha perdido la sinceridad en cada respuesta, la misma que lo acompaña desde que apareció en el balompié.
Erick, ¿pediste a Dios que tu hijo sea varón?
Sí, soy futbolista y el sueño es que juegue conmigo, llevarlo al estadio.
O sea que ‘chocho’ todo el embarazo...
No, porque hasta que no lo viera, no lo iba a creer.
¿En serio?
Cuando lo tuve en mis brazos, lo miré bien.
Él sí va a saber por qué no te dieron continuidad en la selección...
Cuando me retire contaré las razones por las cuales, creo yo, me marginaron.
¿Sergio Markarían nunca te explicó?
Me consideró en dos partidos y nunca más hablamos.
A propósito de entrenadores, ¿la mejor charla técnica?
Las de Roberto Mosquera.
¿Una en especial?
Cuando lo tuve la primera vez de técnico nos contó que trabajaba pañando algodón y vino a Lima a buscar a su papá en una plaza y sus ojos parecían humedecerse y los de nosotros también.
¿Concepto de Luis Advíncula?
Le encanta la cámara, ser el foco de atención.
Lo tuviste en Aurich...
Allí estaba soltero y le gustaba mirar chicas en una ciudad de mujeres muy lindas. Es un tipo que siempre está riendo... Pero en Cristal se sentaba frente a la capilla que hay en el club y paraba molesto, porque no jugaba y yo le decía que esté tranquilo, que ya le iba a llegar su oportunidad.
¿Con quién compartiste habitación en tu primera concentración?
Con Víctor Anchante por pedido mío.
¿Y te iba a ‘tocar’?
Con Miguel Miranda, pero yo sugerí que sea con alguien de mi edad.
¿Y eso?
Es que los mayores tienen sus costumbres. Desde tener el control del televisor, apagar todo y dormir. Cosas así.
Después de una derrota, ¿se intercambia camiseta?
Es lo último que pienso.
¿Recuerdas qué hiciste con tu primer sueldo?
Le di un dinero a mi abuela, a mi mamá y con lo que sobró subí a un micro que me llevó por toda la avenida Arequipa. Tomé la conexión con uno que iba por la Javier Prado hasta llegar al Jockey Plaza a comprar un par de zapatillas.
¿Un curso en el colegio?
Historia y hasta ahora la leo.
Tus colegas siempre hablan de Educación Física...
No, porque me mandaban a hacer ejercicios, no siempre es para jugar fútbol.
Jugaste en UTC. ¿Un plato de comida cajamarquino?
El frito con cebiche y sopa verde.
¿Un restaurante que recomiendes?
Allá los más ricos los encuentras en los mercaditos.
¿Fue broncón con el ‘Cóndor’ Mendoza?
Sucedió cuando estábamos en la selección.
¿Y quién ‘ganó’?
No importa. Solo agregar que era un jovencito y me gané el respeto de todos.
¿Cuántas veces al día te lavas las manos?
Todo el tiempo, solo salgo si debo comprar y desinfecto hasta las bolsas.
Un abrazo y gracias por esta entrevista...
Saludos a ustedes, al ‘Bombardero’ que siempre ha creído en mí como arquero. Cuídense y, de verdad, gracias por la nota.