Adrián El Pirata Czornomaz es recordado en Perú por los goles que anotó por su paso en Universitario y Sporting Cristal. El artillero es conocido por su olfato goleador; sin embargo lo que pocos saben es que un tiempo tuvo que trabajar como martillero en subastas y también vendiendo seguros en su país. Esta historia se la contó a Luis Guadalupe en la Fe de Cuto.
Tras su regreso a Argentina, luego de un paso por el Rapid de Viena no podía contar con su carta pase por lo que se puso a estudiar para martillero de remates públicos de casa.
“Hice algunos trabajos. Después vendía seguros para autos y para casas. Tuve que hacer cosas porque económicamente no me estaba yendo bien”, manifestó.
Para su fortuna se encontró con el técnico de All Boys, de la segunda división. “Me preguntó qué estaba haciendo. Le dije que vendiendo seguros porque mi pase estaba atrapado en Austria. Así que me dijo que iba a hablar con Julio Grondona para que me pudieran habilitar y jugar en segunda”.
El argentino también contó en La fe de Cuto cómo surge el apodo de Pirata que lo hizo famoso en el fútbol peruano ante que llegara Hernán Barcos.
“La verdad es que cuando estudiaba Ciencias de la Comunicación, dos amigos, Pablo Vignola y Mario Bulgarelli, trabajaban en una revista importante llamada Solo Fútbol, que competía con El Gráfico. Ellos me decían: Tú haces goles, tienes que tener un apodo”, recordó el consejo de sus amigos.
Adrián Czornomaz recordó que había goleadores famosos y todos tenían una característca en común: un sobrenombre. “Estaban el ‘Tigre’ Gareca, el ‘Búfalo’ Funes… Entonces empezó la joda en la universidad y me dijeron: Te vamos a poner ‘Pirata’. Yo todavía no había debutado en Primera. Y la revista, que cubría la Reserva y el ascenso, ponía: Gol del ‘Pirata’ Czornomas y ganó Independiente en cuarta”, recuerda sobre los primeros titulares en la prensa local.
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