Un año ha pasado desde que Diego Maradona dejó este mundo y uno de los momentos donde el ‘Pelusa’ estuvo estrechamente ligado al fútbol peruano fue 1998, cuando uno de sus hermanos más queridos, Lalo Maradona, fue el refuerzo más publicitado de Deportivo Municipal, en el Campeonato Descentralizado.
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El hermano menor de Diego Maradona recibió la bendición del campeón del mundo cuando previamente lo envió a Perú para representarlo en el matrimonio de Nolberto Solano. Días después ‘Lalo’ unía a un equipo edil repotenciado con jugadores de jerarquía como Roberto Martínez, Fernando Calcaterra, Prince Amoako y Martín Rodríguez.
En Lima, fue recibido con los brazos abiertos. “¿Cómo te defines?”, le preguntaron a su llegada y el argentino no dudó en responder: “Yyy, soy hábil. Tengo potencia en el remate. Casi como Diego”, dijo elevando las expectativas de los hinchas que luego solo encontrarían algunas semejanzas físicas.
‘Lalo’ Maradona llegaba procedente del fútbol norteamericano (Toronto Italia de Canadá), Granada de España y también jugó algunos partidos en Boca Juniors en Argentina. Ahora, con la casaquilla de Deportivo Municipal su debut internacional se programó para el 31 enero del 1998 ante Platense de Argentina en el Estadio Nacional. Las entradas se agotaron.
Deportivo Municipal, tenía en el banco a Roberto “Titín” Drago y no dudó en que el hermano de Diego Maradona se asociara con Roberto Martínez, formando la recordad dupla “MA-MA”, que demostró su efectividad en ese recordado partido que terminó 3-2. Las tribunas que lograron cantar un gol del argentino. “Maradoooooo” retumbó el estadio y Lalo Maradona terminó con lágrimas en los ojos tras ser sustituido cerca del final.
La magia solo duró un instante, pues cuando empezó el campeonato el equipo no encontró resultados y tocó fondo con una goleada de Alianza Lima 7-0 ante ‘La Academia’. Todos los dedos apuntaran al argentino y las críticas llegaron hasta dentro de la directiva edil. “El equipo está jugando prácticamente con 10 hombres porque Maradona no aporta nada al equipo”, dijo en su momento el desaparecido directivo Luis Saettone.
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Maradona también tuvo un cruce de palabras con Roberto Drago y esa fue la gota que derramó el vaso, pues cinco días después de ese episodio, los dirigentes impidieron su ingreso a los entrenamientos. El jugador regresó con la policía y formalizó la denuncia en comisaría de San Luis. Así terminó la historia de Maradona en el fútbol peruano.
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