El piloto español Óscar Fuertes afrontará su segundo Dakar 2019 convencido de que en esta ocasión el rally será más duro que el año pasado, a pesar de celebrarse en un solo país y tener apenas diez etapas en Perú, porque las dunas del desierto peruano "son un infierno".
"El rally está ahí concentrado y no vamos a pasar una vez, sino varias veces por los sitios más difíciles por los que pasamos el año pasado", contó Óscar Fuertes en una entrevista a la Agencia Efe junto a su copiloto Diego Vallejo.
"Me considero un experto en el mundo del rally y del 'cross country' y las dunas de Perú no tienen nada que ver con lo que hay en Marruecos o Dubai por la dificultad, la superficie y lo blanda que es la arena", detalló Óscar Fuertes.
El madrileño, mejor debutante en la categoría de coches del último Dakar, explicó que este año será más duro "porque van a ser más horas en el coche cada día y es más fácil que te caiga la noche o que un problema no te perdone".
Su objetivo será mejorar la trigésimo segunda posición de 2018, donde logró la misión de terminar el rally con un Ssangyong Tivoli DKR en el regreso de la marca coreana al Dakar, donde no participaba desde 1994.
Esta vez, Óscar Fuertes acude al raid con un Ssangyong Rexton DKR, un buggy (dos ruedas motrices traseras) de gasolina, con 450 caballos de potencia, mejor aerodinámica y reparto de pesos, además de unos 200 kilos menos de peso, entre otras cosas, porque consume un 40 % menos de combustible que los 70 litros a los 100 kilómetros del pasado año.