Cuto Guadalupe en Trome, ¡qué tal Cuto!
Cuto Guadalupe en Trome, ¡qué tal Cuto!

¡Vuelve , una entrega más de las memorias de Luis Guadalupe. En la primera nos contaba cómo surgió la idea de abrir su . En la segunda compartió el Hoy nos cuenta una mentira piadosa que tuvo que decir a nivel nacional. Esta es su verdad. ¡Vamos, Cuto!

Había sido convocado por el técnico , Dios lo tenga en su gloria, para jugar en la selección peruana Sub-23. Corría el año 1996, esa Sub-23 dominaba las portadas de los diarios deportivos y no deportivos. Había mucha expectativa, sobre todo porque el equipo había campeonado en un cuadrangular de Bolivia. Varios periodistas decían "¡Perú campeón!" por primera vez en sus vidas. Recuerdo a uno que dijo en TV: "¡Lo digo y no lo creo! No, no es broma, no mueva su televisor: ¡Perú campeón!". El equipo se preparaba para participar en el Preolímpico en Tandil, Argentina.

era mi enamorada en esos momentos. Sí, Rosa Elvira, la chica que luego se hizo muy popular por una corona de miss que ganó. Los dos nos habíamos ido a Chincha un fin de semana, el típico viaje de dos chicos jóvenes. Aprovechamos para visitar a mi familia, la pasamos muy bien, todos estaban felices con mi visita y yo estaba feliz por visitarlos. El problema empezó cuando regresé a Lima.

Volvimos a mi casa de Corongo y, antes de dormir, le dije a Rosa Elvira que me despierte temprano, que debía ir a la Videna para comenzar a entrenar. Estaba empiladazo por jugar con mi . Era un sueño realidad, pero seguiré contando otro sueño, uno que me trajo problemas.

Aquí debo decir que cuando duermo no me levanta ni un terremoto. Tengo un sueño muy profundo, difícilmente puedo despertarme. Cierro los ojos y soy casi un muerto. Además, eran otros tiempos: en casa no teníamos teléfono, creo que recién salían los primeros celulares y nosotros no teníamos ni siquiera teléfono fijo en casa. No había ni nada de esas cosas que ahora abundan. Creo, sin temor a equivocarme, que todavía se hacía llamadas con los famosos rines. ¿Cómo me comunicaba? Mi vecina, la tía Martina, me prestaba su teléfono fijo y me había dado permiso para que le dé su número a la prensa y al club. Llamaban y ella iba corriendo a mi casa a avisarme. "¡Lucho, Luchitooo, te llaaaamaaan!" era su típico aviso. Claro, a la tía Martina le daba su sencillo mensual, ¡Grande, tía Martina!

Luis Guadalupe, celebrando uno de sus goles anotados al inicio de su carrera. Lo acompañan Roberto Farfán y Juan 'Pachito' Guzmán.
Luis Guadalupe, celebrando uno de sus goles anotados al inicio de su carrera. Lo acompañan Roberto Farfán y Juan 'Pachito' Guzmán.

Entonces, me dormí. Dio la hora, Rosa Elvira no me avisó y seguí durmiendo. Golpes de desesperado a la puerta de mi casa y unos alaridos me despertaron. Era la tía Martina. "¡Luchito, ha llamado la prensa, dicen que te van a desconvocar porque no has ido a entrenar!". Sí, ya era tarde, todos en mi casa estábamos asustados.

Simplemente, me quería morir, pensé que mi carrera se iba al tacho, que iba a perder el sueño de todo futbolista: ser selección de su país.

Estaba como loco. No sabía qué hacer. Agarré mis cosas y me fui al paradero, para agarrar mi bus que me llevase a la Videna. ¿Carro propio? Nada, estaba comenzando. Mientras esperaba el bus, sentado en el paradero, pensaba qué hacer, cómo solucionar este lío. Hasta que se me prendió el foquito.

"Ya no la hago, es muy tarde para ir a la Videna, desde acá hasta allá hay por lo menos casi dos horas de viaje". Eso pensé. "Ni hablar, tendré que hacer una mentira piadosa", seguía hablando conmigo mismo, desesperado, tramando una solución a este problema. Y me puse manos a la obra.

Regresé a mi casa y hablé con mi hermana Rosa. Le dije "estoy enfermo, por favor, estoy muy enfermo, algo me cayó mal". Acto seguido, me metí a la cama, me tapé hasta con tres frazadas gruesas. Comencé a sudar a chorros. A los minutos ya estaba toda la prensa frente a mi casa.


Recuerdo que los periodistas entraron y mi hermana empezó a llorar, todos me vieron desmejorado, pálido, sudando a chorros. Yo ponía los ojos blancos y gritaba, como delirando, "¡mi mamá, mi mamá!". Hubo todo un tumulto.

Al verme tan mal, un reportero dijo: “Hay que llevarlo a una clínica”. Me agarraron entre seis y me subieron al carro de RPP con dirección a la Clínica Javier Prado. Me pusieron suero y me dieron todo un tratamiento.

Esos minutos fueron interminables.

Mientras iba en el carro, el periodista Wilmer del Águila, que luego fue jefe de prensa de la FPF, iba informando lo mal que me veía y que me estaba trasladando a una clínica local de emergencia. "Directo en directo, Luis Guadalupe está siendo trasladado a la clínica, su situación parece ser más que grave, nosotros lo acompañamos", algo así fue lo que dijo

Esa transmisión en vivo me ayudó mucho.

Luis Guadalupe, en unas pruebas médicas.
Luis Guadalupe, en unas pruebas médicas.


Al final, la dio marcha atrás con su decisión de desconvocarme. Se dieron cuenta de que mi ausencia a los entrenamientos fue por un mal estomacal y no por indisciplina o un escándalo.

Pero eso no fue todo.

Ni bien me volví a sumar a los trabajos de la selección, los pesos pesados de ese momento, como Solano, Marengo, Ferrari, Hidalgo, Ramírez, Maldonado, Waldir Sáenz y José Pereda se reunieron en mi habitación para preguntarme qué había pasado. En todo momento ellos insistieron en que mi ausencia había sido por una bomba, una juerga.

“Dinos la verdad, te metiste una tranca”, me decían. Yo estaba cerrado con mi versión y morí en mi palo. Si bien es cierto que mentí y me hice el enfermo, no fue por indisciplinado. El sueño pesado que tengo me jugó una mala pasada y casi me desconvocan por él.

Ahora lo puedo contar. Jamás me olvidaré que la prensa me hizo posar con una botella de suero, hasta me hicieron bailar una canción de , el cantante panameño, el ídolo del momento. Inolvidable.


A los que tienen un sueño pesado, la moraleja de esta historia: cómprense un buen despertador.


Y, por cierto, fue convocado varias veces a la selección. Es uno de los sueños que pude hacer realidad. Más abajo, la foto con un equipo de la selección peruana de 1999. ¿Reconocen a todos?

Nos vemos el próximo martes.

Luis Guadalupe, selección peruana 1999
Luis Guadalupe, selección peruana 1999

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