Por Carlos Bernuy


Están los que lo quieren y los que no. Están los que creen en él y los que no. es el pedido casi unánime del hincha peruano, que se ha topado contra una muralla. El mediapunta del Sporting Charleroi se encuentra - sin desearlo - en el centro de un huracán donde muchos no han sabido expresarse. El reemplazo natural de Christian Cueva nunca jugó de Christian Cueva. Eso para empezar no una polémica, sino una opinión.

fue convocado para los amistosos ante Croacia e Islandia, al parecer, más por pedido de la gente que por gusto del técnico Ricardo Gareca. Algo raro, más teniendo en cuenta que es el tercer jugador peruano con mejor promedio en la temporada en su club (30 partidos y 10 goles). Pero claro, no llevarlo y sí invitar a Roberto Siucho a pasear por Estados Unidos le hubiese generado a Gareca una crítica que supo evitar solo para su bien.  

Ante Croacia, Benavente no pudo mostrarse porque el equipo generó poco tras quedarse con diez hombres y además jugó como casi centrodelantero. Pedirle que tome la pelota y se lleve seis rivales hubiese sido irreal. Bueno, venía Islandia y allí el tema, si Cueva no estaba jugando bien ¿Por qué no poner desde el inicio a su reemplazo? Darle 90 minutos, o quizás menos, pero desde el arranque no con la presión de entrar y lucirse.

No nos jugábamos tres puntos contra los islandeses, era la hora de probar, pero Gareca siguió cocinando con la misma receta. Ya en la cancha, Advíncula le pasó mal una pelota a Benavente y encima le reprochó, Farfán nunca se juntó con él, Carrillo debió devolver un pase y metió un pésimo centro y, antes contra Crocia, Sergio Peña prefirió salir por el centro (y perder el balón) a dársela al jugador del Charleroi. Muchas coincidencias, demasiadas conjeturas.

Mientras algunos periodistas llaman 'patéticos' a quienes osan criticar a esos jugadores o un ex futbolista mediocre también se 'indigna' por lo mismo, lo mejor sería dejarlos jugar con su álbum y figuritas.

Por lo pronto, queda claro que Benavente es un correcto futbolista con técnica, no es de teñirse el pelo de rubio, bailar salsa, cantar chicha, hacer berrinches porque no juega en su club, salir en ampays, o amanecerse en una discoteca previo a un partido de Eliminatoria como otros  'perdonados' por clasificar a un Mundial y que, quizás, si les daban a elegir entre jugar por Perú o España se compraban el boleto a Europa en dos segundos. 

Sí, quizás Cristian no encaje en este equipo. 

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