Coronavirus: El pasado fin de semana, los jugadores del Cacique Diriangén de la liga de Nicaragua fueron protagonistas de una escena llamativa. El once que enfrentó al Deportivo Ocotal salió a la cancha con mascarillas en el rostro.
Todo bien hasta ahí, pues los futbolistas -respaldados por los directivos de la institución- protestaron contra los organizadores del certamen que, en medio de la pandemia, no decidieron suspender el campeonato.
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Luego, con el pitazo inicial, solo algunos miembros del Diriagén se quedaron con la protección puesta y así disputaron el compromiso. Es más, el uruguayo Bernardo Ocotal tuvo la máscara todo el encuentro y marcó un doblete para la victoria de los suyos.
¿Qué pasa en Nicaragua?
En medio de la crisis que ha provocado la expansión del coronavirus en todo el planeta, en Nicaragua todavía se resisten a detener la actividad futbolística por causa de un conflicto entre dos entidades.
De un lado, La Federación Nicaragüense de Fútbol ordenó suspender todo tipo de actividad futbolística como medida de prevención y acatando las recomendaciones brindadas por Concacaf y FIFA.
No obstante, la Liga Primera, que tiene asociados a todos los clubes profesionales, tomó una postura a pesar de conocer todos los riesgos que implican continuar con el torneo doméstico: jugar a puertas cerradas.
Testimonio de dos futbolistas en Nicaragua
Taufic Guarch, jugador del Real Estelí, conversó con el portal mexicano de ESPN y contó cómo lo está pasando. “Ellos (los directivos) no quisieron parar la liga y nosotros estamos tratando de ser profesionales, haciendo lo que más nos gusta, con el miedo de no saber qué va a pasar”, declaró el mexicano.
El argentino Luis Acuña del mismo club dialogó con el programa Closs Continental para detallar sobre su caso. “Nuestros rivales no querían jugar el fin de semana. Yo juego en el equipo más grande y a nosotros nos dicen que tenemos que jugar”, manifestó.