'Benditos. 13 historias no aptas para incrédulos' (Magreb, 2018) es un nuevo libro de crónicas sobre la selección peruana de los periodistas Kike La Hoz y Renzo Gómez, con ilustraciones de Nany Ponce. Ellos realizaron más de 80 entrevistas para recolectar datos novedosos.
'La muerte del padre' es una crónica de 'Benditos' que se centra en Claudio Pizarro, quien ahora está en las portadas debido a que estaría en la lista preliminar de la selección peruana a Rusia 2018.
Aquí te traemos los mejores extractos de esta historia-escrita por Kike La Hoz- sobre Claudio Pizarro, incluida en este 'bendito' libro.
1) CLAUDIO PIZARRO Y EL ORIGEN DE SU APELLIDO
"El tercer Claudio de la familia Pizarro creció a la sombra del padre. Así estaba escrito. La jerarquía no podía cuestionarse. Menos en un clan con la disciplina militar arraigada por el peso de las generaciones; cuatro, para ser exactos. Porque un Pizarro siempre estuvo en las Fuerzas Armadas desde antes que empezara el siglo pasado. Más de la mitad de los años que tiene el Perú. Tanto tiempo que los Martínez de Pizarro, llegados desde Extremadura en 1779 a Chachapoyas, en algún momento empezaron a firmar Pizarro a secas. El apellido pudo sufrir un cambio accidental, pero el influjo paterno siguió siendo el mismo: inalterable, vertical y siempre decisivo para el que venía después. Así lo cumplieron el contralmirante Tomás Martínez de Pizarro; su hijo, el capitán Jorge Antonio Claudio Pizarro; y el hijo de su hijo, el comandante Claudio Samuel Tomás Pizarro".
[Datos extraídos del libro El resurgir de la Armada peruana (2017), memorias de Tomás Martínez de Pizarro, tatarabuelo del delantero]
2) EL ÚLTIMO CLÁSICO DE CLAUDIO PIZARRO EN EL LICEO NAVAL ALMIRANT
"Aquel último y legendario partido entre hinchas de Universitario e hinchas de Alianza Lima, tradicional en su promoción de colegio. Después de haber padecido la supremacía de los mejores jugadores, la mayoría leales a la U, Claudio logró que todas las burlas futboleras recibidas durante la secundaria se acabaran de un solo golpe. Como en los relatos fantásticos del Negro Fontanarrosa, decidió empezar como arquero —algo habitual en él por aquellos años— y, después del primer gol en contra, cambió su puesto por el de atacante. La selección de los hinchas de Alianza despertó. Se contagió de su rebeldía y terminó jugando el mejor partido que se le recuerde. Volteó el marcador y uno de los goles lo anotó el flaco de piernas largas que ya empezaba a soñar con ser futbolista. «No recuerdo bien si quedó 2-1 o 3-1, pero fue por él que nos terminan ganando», relata Miguel Ángel Zagaceta".
3) CUANDO CLAUDIO PIZARRO ESTUVO AL BORDE DE LA MUERTE
"Claudio Pizarro pudo haber muerto a los dieciocho años. De regreso a Chimbote, después de un domingo en Lima, Ricardo Quimper iba al volante de su Volkswagen Golf y el delantero revelación del Pesquero en el asiento del copiloto. Era una noche apacible. La brisa del mar de Casma llegaba hasta la Panamericana Norte. Pasadas las cuatro de la mañana, ambos futbolistas empezaron a sentir el cansancio del viaje luego de comer un poco de pizza durante el trayecto. La charla se fue haciendo cada vez más espaciada hasta que en un punto se quedaron en silencio. Así, por varios minutos.
Ricardo Quimper pestañeó un segundo. Quizás dos. Y fue entonces que escuchó el grito de Claudio. Cuando abrió los ojos estaba seguro de que se estrellarían contra el tráiler que venía en sentido contrario. Pudo reaccionar a tiempo, hacer una maniobra evasiva, pero igual perdió el control y el automóvil se salió de la autopista. Después de arrollar tres mojones de cemento y derrapar por la banquina, fueron a dar contra una zanja. El impacto fue violento. Pudo haber tenido un desenlace fatal, pero el cinturón de seguridad les salvó la vida. Una polvareda los cubría por completo. A Claudio no se le borró el susto de la cara hasta cuando Ricardo Quimper lo embarcó en un bus rumbo a Chimbote".
4) UNA DE LAS POSIBLES RAZONES DETRÁS DEL RECHAZO A CLAUDIO PIZARRO
"Su padre ha llegado a afirmar que si su condición de origen hubiera sido una más emparentada a lo popular, habría llegado a ser un ídolo indiscutible. «Si fuera negro o cholo, sería diferente», sostiene. Está claro que Claudio Pizarro no nació siendo un aristócrata. Vivió al amparo de un marino retirado y una madre profesora, con el pasaje justo para irse a entrenar, pero en un barrio clasemediero, con nana y con los privilegios de un muchacho mestizo de tez blanca de sangre chachapoyana, italiana y negra en una nación conflictuada por su origen mayoritariamente andino. En el libro La balada del gol perdido (1998), Abelardo Sánchez León plantea una hipótesis que bien podría servir para entender lo que ocurre con Claudio Pizarro. «En el Perú, el ídolo está en estricta relación con la situación de postración y humillación de las mayorías sociales. El ídolo será, casi siempre, un cholo o un negro. El blanco podrá ser un buen jugador, pero no un ídolo», escribió antes del ascenso del delantero".