“Soy muchacho provinciano/Me levanto muy temprano/Para ir con mis hermanos a trabajar...”
Aquella canción con la que el gran ‘Chacalón’ expresó el sentir de los nacidos fuera de Lima, tiene en Christian Cueva a uno de sus máximos exponentes. El ‘8’ de la selección es un digno heredero del fútbol de su padre, quien jugó en el Pedagógico de Huamachuco. “Entre los 4 y 5 años, lo llevé a Cristal Trujillo y allí empezó junto a Juan Caballero. Luego, debido a que yo trabajaba en Huamachuco, tuvimos que mudarnos. Recuerdo que bromeaba con sus hermanos y les decía: ‘Cuiden a Christian, que él nos dará de comer... porque será chef ja, ja, ja”, nos cuenta don Luis Cueva.
Así empezó la historia de ‘Cuevita’, el pequeño talento que salió de las entrañas de nuestro país. El provinciano que llegó a la capital y dribleó los obstáculos para entrar a la historia de convertirse en un mundialista. Antes que ‘naciera’ Cuevita, existía el ‘Enano’, pues sus amigos casi siempre eran más altos que él. El cebiche y el cuy bien aderezado eran sus platos preferidos y se recurseaba repartiendo encomiendas. Hasta que el 16 de agosto del 2007, su vida cambió. Tenía apenas 15 años y jugaba para la selección de Huamachuco, que enfrentó en amistoso a la Sub-20 de la Universidad San Martín. Sus toques, ‘huachas’, diabluras y un gol en el primer tiempo ‘enamoraron’ al técnico ‘santo’ Orlando Lavalle, que pidió que la segunda etapa la juegue para su equipo.
A la semana, Christian fue traído a Lima y empezó a vivir lejos de su tierra, sus amigos y el barrio. Una tía lo albergó en la cuadra 10 de la avenida Brasil, pero poco después Lavalle se lo llevó a vivir a su casa. “Este chico va a ser un crack”, le comentó el entrenador al directivo de menores Alberto Masías. El ‘Enano’ se convirtió en ‘El Chavito’ (por su parecido con el ‘Chavo del 8’). En una final Sub-20, le anotó a la ‘U’ y empezó a llenar los ojos. Con solo 16 años, el 12 de abril del 2008, todos conocimos a ‘Cuevita’ cuando hizo su debut en Primera ante la César Vallejo. El resto es historia conocida. Su paso por la selección, sus clubes en el extranjero. ¿Cómo termina la canción de ‘Chacalón’?: “Con la ayuda de Dios sé que triunfaré eh, eh,/Y junto a ti, mi amor, feliz seré...”. Y Christian triunfa sin olvidar sus raíces y en junio pondrá la sangre provinciana en Rusia 2018.
TRADICIONES PERUANAS
Cuando muchos hablan del gran amor por el Perú, Christian Cueva decidió ir más allá y plasmarlo en su piel. Un espectacular tatuaje de Machu Picchu junto a un cóndor volando y un niño tocando quena se luce en su pierna derecha. Pegado a sus tradiciones costumbristas, el volante se luce bailando la ‘contradanza’, ritmo típico de Huamachuco, algo que inculca a su pequeña hija para que aprenda. “Nací en Trujillo, pero mi corazón está en Huamachuco. Me siento más de allí que trujillano”, comentó en una ocasión.
CHRISTIAN CENTELLA
“Yo crecí escuchando chicha. Es algo mío. Me relajo cuando voy a los partidos con esa música, siempre pongo algo de chicha. Mi tío ‘Toño’ Centella siempre me habla”. Christian Cueva es de gusto popular y el amor por el ritmo tropical está en su sangre. Una de sus canciones preferidas es ‘Amor de arena’, que cantó al lado de Centella. También gusta de la cumbia de Tony Rosado, se subió al escenario con Rodrigo Tapari de ‘Ráfaga’ y fue el único seleccionado que expresó públicamente su pena cuando el año pasado falleció ‘Kike’ Paz, exvocalista del ‘Grupo 5’.
FIGURAS IRREPETIBLES
Los había visto por televisión y los conoció. El domingo 24 de julio del 2011, Christian Cueva fue parte de la selección Sub-20 que enfrentó a su similar de España. El motivo: la reinauguración del nuevo estadio Nacional. Aquella vez le tocó marcar a ‘figuras’ como Isco (Real Madrid), Koke (Atlético Madrid) y Sergi Roberto (Barcelona). En el álbum de ‘Aladino’ también figuran sus retratos con el astro brasileño Kaká y el uruguayo Diego Lugano -sus compañeros en Sao Paulo- y, por supuesto, con Cristiano Ronaldo, con quien coincidió en España cuando jugó en Rayo Vallecano.
¡SEÑORES, NACIÓ VARÓN!
Se imagina que ‘Cuevita’ no iba a ser Christian, sino María Fátima Margarita. Cálmese, la explicación es que en Trujillo, doña Maqui Carmen Bravo se hizo una ecografía a los ocho meses de gestación y le dijeron que esperaba una niña. Ya tenía el nombre y su esposo Luis hasta compró ropita rosada. Pero el destino no trajo al mundo una bebé, sino un varón que años después jugaría con pelotas, se pondría chimpunes e inscribiría su nombre en un Mundial
HOJA DE VIDA
NOMBRE: Christian Alberto Cueva Bravo
EDAD: 26 años
POSICIÓN: Volante
ESTATURA: 1,69 metros
PESO: 66 kilos
CLUB: Sao Paulo FC
VALOR DE SU PASE: 3 millones de euros
PURO NÚMERO
42 partidos con la selección
7 goles
2 participaciones en Copa América (2015 y 2016)
2 títulos con la San Martín (2008 y 2010)
1 campeonato con Unión Española de Chile (2013)
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