Christian Cueva tiene tanto amor recibido como miradas de desconfianza provocadas. El jugador acaba de ser comunicado de una mala noticia desde el TAS que le ratificó la sanción que le conmina, junto con Pachuca, a pagar 4,7 millones de dólares al Santos. Cueva regresó a Perú en medio esta tensión que lo dejaría sin jugar seis meses, y para colmo no está en los planes de Boca Juniors, club a que fue ofrecido. Con el segundo mes del año a punto de empezar, el jugador acumula más de un problema.
El 30 de diciembre del 2022 fue el último encuentro que disputó el volante y lo hizo con Al-Fateh. Cuatro días después, argumentando atrasos en los pagos, se desvinculó unilateralmente del club. No era la primera vez que aplicaba esta estrategia y las consecuencias no serían nada agradables.
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Lamentablemente, en cada club donde jugó, Cueva dejó grandes goles y exquisitas gambetas, pero también comportamientos negativos. Una sucesión de hechos que hasta hoy se mantienen y que ponen al volante encima de un escenario en un matrimonio, cuando debiera estar pateando un tiro libre en una liga competitiva. Conozcamos ese camino oscuro.
Fichado como una figura emergente, Cueva fue acogido por la Universidad San Martín donde debutó en abril del 2008 y donde permaneció hasta 2012. En una ocasión y ya con la creencia de ser una ‘estrella’, el mediocampista le dijo al entrenador Víctor Rivera que requería permiso por un tema familia. Se lo dieron y Cueva usó la licencia para irse a Trujillo y jugar un partido informal en el que se apostaban mil soles y un toro, según como descubrió el club.
Para 2012, los ‘Poetas’ se llevaron a Christian Cueva como refuerzo estelar, pero apenas logró jugar cinco partidos y marcar un gol. Luego, el jugador debió irse y el directivo Paul Ramos explicó la razón. “Se le encontró jugado fulbito en dos ocasiones. Lo sancionamos la primera vez, pero lo volvió a hacer. Eso lo consideramos una falta grave”, explicó el gerente deportivo del club por aquellos años.
Estamos en el 2014 y tras un paso por Rayo Vallecano y su filial, Cueva arribó a Matute. En Alianza Lima marcó goles y destacó, pero también mostró su otra faceta. En el primer año se peleó con el entrenador Guillermo Sanguinetti y quiso estar por sobre su autoridad. En 2015, tuvo un encontronazo con los barristas del club tras una dura derrota contra Huracán por la Libertadores. Además, recibió 6 fechas de sanción por insultar a un árbitro.
En el 2016 y proveniente del Toluca, Christian Cueva se iba a estrenar en el Brasileirao con la legendaria camiseta del Sao Paulo. ¿Qué hizo? Tras licencias o vacaciones, regresaba días después. Además, en 2018 se negó a jugar partidos porque el ‘Tricolor Paulista’ rechazó una oferta de 18 millones de dólares del Dailan Yifang de China, club donde el peruano iba a tener un sueldo muy superior respecto al que ingresaba en Sao Paulo.
Fichado en febrero del 2019, el peruano arribó al Santos de Brasil. Sí, el club de Pelé. Siete meses después, se dio a conocer un video en el que Cueva se peleaba en una discoteca en Brasil. El escándalo fue inmediato y quedó suspendido por el club. Luego, el jugador pidió irse por falta de pago y apoyado por Pachuca generó su adiós. Eso le ha generado que hoy, luego de pasar por FIFA y el TAS, la resolución final haya sido que paguen 4,7 millones de dólares.
En el cuadro de la liga de Arabia Saudita, Cueva empezó bien. Se acentuó en el primer equipo, marcó goles de tiro libre y era pieza fundamental. Todo cambió luego del fallido repechaje contra Australia. “Desde el fracaso de Perú para Qatar 2022, el jugador Cueva ha estado causando problemas en el club”, expresó el técnico Georgios Donis. Al día de hoy, Al-Fateh insiste que no le debe plata al peruano y podría llevar al caso a la FIFA luego que Cueva se marchara.
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A esta lista hay que añadirle sus engreimientos en Toluca, las peleas con el entrenador en Yeni Malatyaspor y el incidente en el aeropuerto Jorge Chávez que todos conocen. Christian Cueva es el creativo. Inventa un pase gol. Da forma a una indisciplina en segundos.
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