Decenas de vehículos fúnebres comenzaron a trasladar el viernes los ataúdes con los cuerpos de 70 de las 71 personas que murieron cuando el avión que transportaba al equipo de fútbol Chapecoense de Brasil se estrelló en Colombia, para llevarlos a un aeropuerto desde donde partirán a sus países de origen.
La masiva operación de repatriación de 64 brasileños del Chapecoense, cinco bolivianos y un paraguayo se realiza desde el aeropuerto José María Córdova.
Los cuerpos de ciudadanos bolivianos serán transportados a bordo de un avión militar de la fuerza aérea de ese país, mientras que los 14 periodistas brasileños se repatriarán en vuelos particulares, contratados por las empresas para las que trabajaban.
Los cadáveres de los restantes 50 ciudadanos brasileños, incluidos los integrantes del Chapecoense, serán transportados en tres aviones militares a Chapecó, en donde recibirán un multitudinario homenaje póstumo.
El cuerpo del venezolano fue evacuado el jueves en la tarde en un vuelo privado y se hará lo mismo con el del paraguayo.
Solo seis de los 77 ocupantes -tres jugadores del Chapecoense, un periodista y dos miembros de la tripulación- sobrevivieron luego de que el avión se precipitó en una zona montañosa cerca de Medellín, donde el Chapecoense iba a jugar la final de la Copa Sudamericana frente a Atlético Nacional.
En tanto, el presidente de Brasil, Michel Temer, viajará el sábado a la localidad de Chapecó para asistir al velatorio colectivo que se realizará en el estadio del Chapecoense para despedir a los miembros del club de fútbol que murieron en la tragedia aérea en Colombia, dijo el viernes un portavoz.
La Fuerza Aérea brasileña informó que tres aviones Hércules C-130 estaban listos para volar desde Manaos hasta Medellín para luego trasladar los ataúdes, que arribarían a Chapecó a las 7 de la mañana del sábado para el velatorio y el funeral de los integrantes del Chapecoense.
El accidente desintegró al Chapecoense, un modesto equipo que ascendió meteóricamente desde la cuarta división a la serie A en el 2014 y logró llegar a una final continental, pero que no pudo jugar el que habría sido el partido más importante de su historia.
Se espera que unos 100.000 aficionados, aproximadamente la mitad de la población de la ciudad de Chapecó, asistan al homenaje póstumo a las víctimas del Chapecoense, al igual que el presidente brasileño Michel Temer y el máximo dirigente de la FIFA Gianni Infantino.