El rey de la selva y de los contratos. Ese es el ‘León’ Carlos Zambrano que con su fichaje por Alianza Lima se convierte en el futbolista mejor pagado de la historia del fútbol peruano. El ex jugador de Boca Juniors llega entero y como campeón con los xeneizes razón por la cual a los blanquiazules no les quedó otra que abrir la billetera y pagarle una fortuna al defensor.
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El compromiso del zaguero es por dos temporadas con opción a una más, y por cada una de ellas Zambrano cobrará 80 mil dólares mensuales. De esta manera los blanquiazules se convierten en los nuevos ricos de un torneo que ya hace unos años vio como otros futbolistas también cobraron fortunas por cambiar de camiseta.
1.- Marquinho cambia la rosada por la celeste
Un brasileño sin cartel llegó a Sport Boys en 1990 procedente del Inter de Porto Alegre. Poco o nada se sabía de él, pero en la cancha Marco Do Santos demostró que era un crack. De la mano de Marquinho los chalacos hicieron dos campañas que los llevaron a la Copa Libertadores luego de mucho tiempo y en la otra el volante se convirtió en el goleador del campeonato y el mejor extranjero.
El 93 Sporting Cristal, que venía de quedar segundo en el torneo detrás de Universitario e iba jugar la Copa Libertadores, se fijó en el diez rosado y para convencerlo de dejar el puerto le puso 200 mil dólares sobre la mesa y un sueldo que también rompió el mercado. Al brasileño no le fue tan bien en el Rímac como en el Callao y salvo algunos goles, su desempeño no estuvo a la altura de lo que cobró y por eso a fin de año lo traspasó al Casino Salzburgo de Austria.
2.- El ‘Matador’ y la franja
Dos buenos años en Universitario le valieron a Ronald Baroni para meterse al bolsillo a la ‘Trinchera Norte’. El atacante, que llego del fútbol chileno sin ningún cartel, fue decisivo con sus goles en la obtención del bicampeonato del 92 y 93. El ‘Matador’ destacó por su entrega y por aparecer siempre en los partidos claves ante los grandes.
Conocedor de lo que aportaba al club, Baroni siempre tuvo desencuentros con la dirigencia por temas económicos porque entendía que merecía más. Se dice que incluso hubo un momento en el que cobró por partido jugado y gol anotado, pero eso terminó por colmar la paciencia de los cremas que el 94 vieron como Deportivo Municipal lo fichó.
El cuadro de edil recibió un importante apoyo económico del Municipio de Lima y a Ricardo Belmont, Alcalde de Lima y también presidente de la franja, se le ocurrió hacerle un contrato millonario a Baroni. Como era de esperarse el ‘Matador’ aceptó el cambio de camiseta por más de 250 mil dólares de prima y un sueldo cercano a los 20 mil. Para mala suerte del atacante, los recursos se acabaron pronto y al nueve no le quedó otra opción que emigrar al Porto de Portugal.
3.- Esidio se va al compadre
Cuando Universitario fichó a Eduardo Esidio del Alcides Vigo muchos cuestionaron la llegada del brasileño. Nadie podía entender cómo un jugador de equipo chico iba a ser el encargado de hacer los goles en un grande. El atacante no entró en polémicas y demostró donde tenía que hacerlo: en la cancha. Con la camiseta crema el delantero se cansó de hacer goles y en su última temporada anotó 37 y rompió el récord que hasta ese momento ostentaba Pablo Muchotrigo.
Los tantos del jugador, que en su primer año como crema fue diagnosticado como portador del VIH, fueron claves en la obtención del tricampeonato del 98, 99 y 2000 y despertaron el interés del compadre que el 2001 celebraba su centenario y quería armar un cuadro para pelear el título.
La oferta de los ‘íntimos’ fue irrechazable y por largo superó lo que ofrecía un Universitario que increíblemente entró en crisis luego de tan exitosas campañas. El goleador cambió Breña por la Victoria por un sueldo que pasaba los 20 mil dólares, pero en lo personal no le fue bien. Sólo hizo once goles con la blanquiazul, aunque se dio el gusto de salir campeón en el año del centenario aliancista.
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4.- ‘Camello’ millonario
En esta ocasión no hubo cambio de camiseta, sólo un reconocimiento en forma de contrato largo y muy bien remunerado. Sporting Cristal entendió que las exitosas siete campañas de Jorge Soto y su identificación con los cerveceros merecían algo especial y el 2000 le firmaron por cuatro temporadas. El ‘Camello’ recibió un millón de dólares, una cantidad jamás pagada por un club peruano.
Luego de sus paso por el San Luis de México, el polifuncional jugador volvió a renovar con los celestes, pero en esta ocasión ya las cifras fueron diferentes. El jugador no se hizo problemas, sabía que antes había firmado el contrato de su vida y la solvencia económica que había en el Rímac no la iba a encontrar en otro club peruano.
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