La gloria para el vencedor, las lagrimas y el desconsuelo para el derrotado. Los jugadores de Boca Juniors vivieron el momento más amargo de sus carrera deportiva, luego de ir ganando 1-0 la final de la Copa Libertadores y terminar perdiéndola 3-1.
Los hinchas de Boca Juniors en el Santiago Bernabéu se secaban las lagrimas con las chalinas conmemorativas al partidos más esperado del año. En el campo Carlos Tevez no podía contener las lagrimas al ver el sufrimiento de los hinchas. 'Wanchope' Ábila intentaba disimular las lágrimas, mientras que el capitán Pablo Pérez, con las rodillas dobladas en el césped no podía entender como se les escapó la final de la Copa Libertadores de las manos.
El 'Apache', Carlos Tevez, fue uno de los primeros jugadores en abandonar el campo de juego y no ver la premiación de los jugadores de River Plate. El delantero y Fernando Gago fueron los primeros en llegar al vestuario xeneize.
Rodolfo D'Onofrio, presidente de River Plate en un gesto de deportividad llegó hasta la posición de Guillermo Barros Schelotto, técnico de Boca Juniors, para demostrarle su respeto y también para consolar a Darío Benedetto autor del único gol xeneize quien miraba la entrega de medallas con amargura.