Bayern Múnich y buena parte de la Bundesliga se preparan para regresar a los partidos a puerta cerrada, por las restricciones derivadas de la cuarta de la ola de la COVID-19. El primer ministro de Baviera, Markus Söder, avanzó este martes la próxima adopción de esta medida, a lo que siguieron anuncios similares de las autoridades del vecino “Land” de Baden-Württemberg.
El fin de semana pasado empezaron a imponerse fuertes restricciones en algunas regiones del este del país con alta incidencia de contagios. Por ejemplo, el partido entre el Leipzig y el Bayer Leverkusen se disputó ya sin público, de acuerdo con las medidas adoptadas en el “Land” de Sajonia, el más afectado del país.
Por contra, el Colonia jugó contra el Borussia Mönchengladbach ante 50 mil aficionados, lo que fue criticado tanto por el gobierno federal de la canciller saliente, Angela Merkel, como desde las filas de la futura coalición entre socialdemócratas, verdes y liberales.
Merkel, al aspirante a sucederla, Olaf Scholz, y los poderes regionales mantienen este martes una reunión de urgencia, sin esperar al relevo en el poder -previsto para la próxima semana- para unificar criterios.
Söder, jefe del Gobierno bávaro, reclamó medidas de alcance nacional y avanzó ya que tanto el Bayern como los restantes clubes de su “Land” jugarán a puerta cerrada ante la virulencia de la cuarta ola de la COVID-19 en Alemania.
El primer ministro bávaro defendió la medida señalando que no es justificable la elevada movilidad que supone la llegada y la partida de los aficionados desde los estadios. “El fútbol tiene una importante función como ejemplo. Ahora mismo tenemos que reducir contactos en todas partes”, escribió Söder en su cuenta de Twitter.
La medida estará en vigor por lo menos hasta finales de año, un periodo en el que al Bayern Múnich le quedan por disputar en casa dos partidos de la Bundesliga y el partido de vuelta de la Liga de Campeones contra el Barcelona.
Otros clubes bávaros como el FC Augsburg y el SpVgg Greuther Fürth tendrán que renunciar también a jugar ante sus aficionados.
Baviera implantó ya drásticas restricciones en su vida pública. Este martes, por cuarto día consecutivo, se registró un descenso en la incidencia semanal, que se situó en 618,2 nuevas infecciones por cada 100 mil habitantes.
A escala de toda Alemania, la incidencia bajó muy ligeramente también hoy, después de un mes de continuos picos, con 452,2 nuevas infecciones frente a las 452,4 del lunes, según datos del Instituto Robert Koch (RKI) de virología.
En Sajonia, Turingia y Brandeburgo, los estados del este del país más afectados, la incidencia está en 1.268, 936 y 727 casos por siete días y 100 mil habitantes, respectivamente.