El racismo sigue siendo un gran problema en la distintas ligas del mundo, afectando a los deportistas. El defensa alemán Antonio Rüdiger vivió esa terrible experiencia cuando era parte de la Roma y contó cómo superó el tema, con el especial apoyo de Daniele De Rossi.
Según la entrevista que tuvo con The Players Tribune, el hecho sucedió en el 2017, en el clásico frente a Lazio. “Me estaban llamando negro, que vaya a comer un plátano y hacían ruidos de mono. No fueron unas cuantas personas, sino que gran parte de fanáticos lo hicieron en ese Derby de la Capital”, expresó el ahora jugador de Chelsea.
“No fue el primer abuso racista que experimenté, pero ha sido el peor. Uno lo sabe cuando lo ves en sus ojos. Durante ese momento, decidí no reaccionar. Tomé la decisión de no salir del campo, no quería darles esa clase de poder. Solo lo mantuve por dentro. No importa que tan fuerte seas, si eres un ser humano, quedarás marcado por siempre”, agregó.
Luego, Antonio Rüdiger comentó el apoyo que recibió de Daniele De Rossi, uno de los jugadores más importantes de la Roma. “Pienso a menudo en él, porque luego de ese partido con Lazio vino a verme y me dijo algo que nunca había escuchado: ‘Toni, nunca sentiré lo mismo que tú, pero déjame comprender tu dolor. ¿Qué está pasando por tu cabeza’”, indicó Rüdiger.
“Daniele no tuiteó ni publicó un cuadrado negro, solo le importó lo que me pasaba. Mucha gente dice cosas ante el público y nunca vienen a ti para decirlo personalmente. De Rossi tenía ganas de saber cómo me sentía. Es un ícono del club, una leyenda. En mi momento más difícil, se preocupó por mí como ser humano”, resaltó.
Para Antonio Rüdiger, es más importante el apoyo personal que puedan recibir las personas que son víctimas del abuso racista, que los comentarios en redes sociales. “Cuando esto ocurre, la gente dice: ‘Es terrible’. Los clubes y jugadores publican un pequeño mensaje en Instagram, se arma una campaña en redes sociales, todos se sienten bien consigo mismos y ya, todo es normal de nuevo”, sentenció el defensa.