Hay historias destinadas a terminarse y otras que se terminan sorprendiendo al mismo destino. Hace unos pocos días, Alianza Lima dijo adiós a Pablo Lavandeira, elemento fundamental en la obtención del bicampeonato y que se convirtió en refuerzo de Melgar de Arequipa. Fue una especie de quiebre dentro de la paz que tenía el ganador del Torneo Apertura y que empezó el Clausura con un triunfo ante Atlético Grau. Pero esta sorpresiva marcha tuvo razones que no salieron a la luz.
El 20 de diciembre del 2021, Alianza Lima anunció como refuerzo a Pablo Lavandeira y la decisión generó aprobación y desaprobación en los hinchas. Su pasado en la ‘U’, el gol que marcó en Matute en un clásico que ganaron los cremas en 2019 y el hecho que venía de jugar en Ayacucho FC eran las razones para las dudas.
Sin embargo, Lavandeira se convirtió en el mejor jugador del 2022, junto a Hernán Barcos, marcó 13 goles en la temporada incluyendo el gol del título en la final ante Melgar y hasta jugó desgarrado los minutos finales ante Cienciano. Los hinchas lo adoraban, el jugador mostraba su fanatismo y nada parecía ir mal. Pero, seis meses después, Lavandeira se fue del club.
¿Qué sucedió? Según fuentes pasaron varias cosas. La primera sería que el volante perdió el titularato pese a su gran 2022 y a que no ocupaba plaza de extranjero. Lavandeira no lo habría tomado nada bien, su humor cambió en los entrenamientos, se le notaba incómodo y peor aún cuando ni siquiera ingresaba.
A inicios de este año, el técnico Guillermo Salas ya había dejado claro cómo iba a ser la temporada. “Muchachos arrancamos de cero, todos tienen que ganarse el puesto no importa lo que fue el 2022, todos pelearán su lugar”, fue el mensaje de ‘Chicho’. Elementos como Hernán Barcos, Pablo Míguez y Jairo Concha no se quejaron cuando pasaron a ser suplentes.
Hasta junio de este 2023, Lavandeira apenas acumulaba 5 duelos como inicialista y en tres de ellos no acabó el partido. Con el correr de las fechas, el mediocampista tuvo un par de reuniones con Guillermo Salas, pero la cosa no cambió. Incluso se le pidió que todo sea puertas adentro y que no exprese molestia.
Todo ‘explotó' en el partido ante Deportivo Garcilaso. Al volante le hicieron un penal, quiso patearlo y discutió muy fuerte con Hernán Barcos. El ‘Pirata’ le habría dicho que ya le había cedido el gol en una pena máxima contra Binacional, pero Lavandeira forzó hasta el final para ejecutar el disparo y al no hacerlo se enojó mucho.
Según fuentes, referentes del equipo lo criticaron luego por esta actitud y el jugador no reconoció su error. Eso habría generado un quiebre y Lavandeira, que tenía contrato hasta 2024, pidió irse. En Alianza le dijeron que preferían que emigrara al extranjero antes de reforzar a un rival en la lucha por el título. Sin embargo, el jugador se decidió por Melgar.
Los arequipeños pagaron poco más de 100 mil dólares por el futbolista y las despedidas fueron sencillas en redes sociales. Es más, casi ningún jugador de Alianza Lima le envió un mensaje y los buenos deseos a Lavandeira de manera pública. En Matute la vida sigue, pronto la camiseta ‘7′ tendrá nuevo dueño.
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