Alianza Lima ha iniciado el año 2023 con sonrisas, una ‘Tarde Blanquiazul’ inolvidable y la conformación de un plantel que deja satisfecho al hincha, debido a la cantidad y calidad de los jugadores que lo integran. Desde Carlos Zambrano hasta la vuelta de Gabriel Costa, quien incluso anotó en el encuentro amistoso contra Junior, Alianza tiene armado un gran equipo, aunque los íntimos se quedaron con las ganas de tener a Paolo Guerrero quien siempre destacó su hinchaje por el club.
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Salta entonces la pregunta ¿Qué sucedió para que el ‘Depredador’ no acogiera la propuesta de los íntimos? Para responder la interrogante hay que viajar en el tiempo a donde inició todo, a finales del año 2021. Allí, los aliancistas se consagraban campeones del Clausura e iban a pelear la final contra Sporting Cristal.
En ese momento se dan los primeros contactos entre el ex capitán de la selección peruana y la escuadra victoriana. “Paolo, tienes las puertas abiertas del club, nos gustaría contar contigo así que hay que conversar”, habría sido el diálogo de un integrante del ‘Fondo Blanquiazul’ con el atacante que estaba libre, tras rescindir su contrato con el Inter de Porto Alegre.
Tras lograr el título de la Liga 1, el club empezó a planificar la campaña siguiente. Es entonces cuando Jefferson Farfán decide en diciembre de ese 2021 quedarse a jugar una temporada más, recuperarse y hacer dupla con su ‘compadre’. Cuentan que la ‘Foquita’ trató de convencer a Guerrero para que fiche, pero el ‘Depredador’ se habría mostrado evasivo.
Entramos al 2022 y el tiempo empezó a correr rápidamente. La directiva le planteó a Carlos Bustos esperar a Paolo Guerrero y por ello nunca se terminó de fichar otro ‘9′ y tan solo se trajo al extremo Darlin Leiton para el ataque. Arriba, continuaban Hernán Barcos y Marco Aldair Rodríguez.
Llegamos a mayo del 2022, Alianza ya jugaba la Copa Libertadores y lo hacía mal, el andar en el Apertura no era el mejor y el tema Guerrero empezaba a cansar a los directivos. “Paolo Guerrero sabe que Alianza Lima es su casa. Ya hemos tenido conversaciones con él, el año pasado, pero se lesionó”, expresó Salomón Lerner, integrante del Fondo Blanquiazul.
Según fuentes hasta ese momento el jugador había tenido dos ofertas concretas, con salarios superiores a los 60 mil dólares mensuales y un contrato de dos años por parte de los aliancistas. En algunos momentos no contestó el teléfono, en otras pidió más tiempo. Su idea era clara: mantenerse jugando en el extranjero.
Cuando en Matute lanzaron una tercera oferta a Guerrero, a mitad de año y con miras a tenerlo para el Clausura, sucede lo inesperado. El jugador al parecer se molesta por un examen médico previo que debía pasar para arreglar con los íntimos y termina cerrando su pase al Avaí de Brasil, un club que peleaba el descenso.
Según medios brasileños, el ‘Depredador’ tenía uno de los salarios más altos de ese equipo, pero la cifra solo llegaba a 30 mil dólares, casi la tercera parte de lo que llegaron a ofrecerle desde Lima. En La Victoria quedaron muy molestos con la actitud del jugador que nunca mostró buen nivel y terminaría perdiendo la categoría con Avaí, mientras Alianza se coronaba bicampeón.
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El último contacto entre club y jugador fue un paso que dio el mismo Guerrero tratando de acercarse a los blanquiazules en diciembre del 2022, pero esta vez la ‘moneda’ se volteó. Alianza no le hizo ninguna oferta, ‘rejuveneció' su delantera con el fichaje de Pablo Sabbag (25 años) y el esfuerzo económico más alto lo destinó a la zona defensiva con Carlos Zambrano.
Lo que un día nunca fue, ningún día será. Alianza Lima quiso y Paolo Guerrero no. El libro se cerró para siempre.
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