“Es tan pobre que solo tiene dinero”, es una frase que le calza a Alianza Lima tan a la medida como el fracaso. En sus cuentas ingresó 6,63 millones de dólares por el camino internacional que recorrió este 2025. Pero, a la par, a las arcas de su historia les metió jugadores que no palpitan un carajo lo que es ponerse la blanquiazul, incapaces que ocupan oficinas, engreídos que se pelean con la hinchada y un entrenador que se quedó en los 80s y ya lo botaron. El papelón perdiendo por penales ante Sporting Cristal, en ese Matute que nadie respeta ya, fue solo el cierre de un cuento donde los villanos se ríen del pueblo.
Tú, hincha de Alianza que pagas un abono, que dejas de comprarte un pantalón para tener una entrada, que ahorras para la nueva camiseta, que tomas 3 micros y caminas cuadras de cuadras para apretujarte en una tribuna ¿Sabes cómo te pagan?. Haciendo esto: Pablo Ceppelini se agarró los testículos y levantó el dedo medio cuando salía de la cancha, Paolo Guerrero se llevó las manos a los oídos porque osaron criticarlo, Sergio Peña entró a los 85′ con hielo en el pecho para cometer tres faltas, una de ellas el empate de Martín Távara y falló su penal, etc, etc. Y claro, todos ellos cobran sueldazos y de seguro ya están separando resorts para pasar el Año Nuevo.
Alianza Lima tiene lo que se merece: quedarse sin nada. Empezó el año con 0 títulos locales y siendo ‘Perú 4′ y despedirá 2025 con 0 títulos locales y siendo ‘Perú 4′. Nadie puede decir que no es justo. Porque Matute se volvió el parque de diversiones de casi todos y si alguna vez le llamaron la ‘Caldera’ hoy es una olla de barro vieja. Se ficharon jugadores que en otros años ni siquiera hubieran podido entrenar con la reserva y se trajeron directores y gerentes que van a pasar la mejor Navidad a nivel económico. Repasemos este tema y nos daremos cuenta cómo se tiró el dinero al viento y al piso.
El 21 de noviembre del 2024, Alianza nombró como Director Deportivo a Franco Navarro que ídolo o referente del club nunca fue. El ex jugador y DT venía de una pésimas campaña con Mannucci y Sport Huancayo. Apenas 6 días después, Néstor Gorosito, para muchos un técnico ‘desfasado’, cerraba para dirigir a los íntimos. En agosto de este 2025, Franco Navarro Jr. se convierte en gerente deportivo de Alianza nadie sabe porqué. A fines de setiembre, habiendo perdido el Apertura y teniendo un mal juego, el club renueva a Gorosito. Sí, le renovaron (increíble). Hoy despidieron al argentino al que, según fuentes, le tendrían que pagar 3 meses de sueldo por cláusula. Así botan la plata.
Pero en cuestión de jugadores la cosa fue a peor: se pagó 250 mil dólares a mitad de año por el mediocre Gaspar Gentile (3 goles en 6 meses), también en ese momento se trajo a Sergio Peña que no aporta ni juego ni una pizca de personalidad o carácter y se le firmó hasta 2028, luego se contrató a Pedro Aquino hasta 2027, un volante que “se cansó por jugar 90 minutos contra la U. de Chile”, según Gorosito. Fueron por Alessandro Burlamaqui, quien estaba jugando en cuarta división y pelearon por Josué Estrada quien como lateral de 3 centros que saca 6 son malos. Y ahora irían por Jairo Vélez quien tiene nivel para jugar en Vallejo, no en La Victoria. Esos no son refuerzos, son inyecciones de debilidad a un cuerpo moribundo.
Pero lo peor estaría por venir: la división del plantel. Por un lado Hernán Barcos y sus quejas al poco profesionalismo y por el otro los juergueros, los fiesteros, los tardones, los caprichosos, los malcriados, esos que valoran más una pista de baile o un concierto de reggaetón que el escudo aliancista. La dirección deportiva decidió sacar a Barcos y dejar a la ‘pandilla’ y mandó con voceros a resonar la información que el ‘Pirata’ se iba. Lo hizo antes de jugar un playoff. Sí, como un club de barrio. “No hay decisiones emocionales, sino deportivas”, dijo Franco Navarro para explicar la salida del delantero que en 5 años hizo casi 80 goles en el club. Si se toman decisiones deportivas ¿Porqué se sigue contando con un defensa de 7 expulsiones al año como Carlos Zambrano o un Ceppelini ‘discotequero’?.
Néstor Gorosito y Franco Navarro fueron parte del descalabro del club este año
Ya en la cancha, Alianza Lima nunca tuvo un patrón de juego. Ganaba partidos porque Eryc Castillo a veces se ‘encendía’, porque Alan Cantero por momentos desequilibraba, porque las defensas locales se caían ante delanteros cuarentones o porque Fernando Gaibor tenía días iluminados. Pero eso no basta y quedaron a 11 puntos del tricampeón Universitario en la tabla acumulada. Peor aún, se habló de indisciplinas en algunos canteranos y de jugadores que escogían los partidos. Si en Matute desean pelear el campeonato 2026 deben sacar al menos 8 jugadores y ya que les gusta botar la plata que les paguen sus cláusulas y que se vayan lejos porque no aportan nada. Que se lleven sus tarjetas rojas, sus berrinches, sus bailes y a las chicas que conquistan. También deben irse director y gerente deportivo y traer un administrador con pantalones.
Porque Alianza Lima es tan pobre que solo ganó plata este año. Hace rato perdió el corazón. Hace rato, desde dentro, le escupen al corazón.
