Abel Lobatón es de esos personajes que trascendieron en el fútbol. Hizo ‘paredes’ en la cancha y también con ‘Cupido’. Bailarín, conquistador y con buen floro,el ex jugador de la selección peruana y Sport Boys tuvo en sus brazos a bellas chicas. Una historia que merece ser repasada.
Dijo la verdad. La conozco años previos a que sea cantante.
Fue antes de que sea famosa con su grupo de salsa.
Ella tomó esa decisión y cada uno es responsable de lo que hizo.
Estuvimos un tiempo, pero no tuvimos nunca esa intención.
Es muy buena persona y me da felicidad ver cómo ha crecido intelectualmente.
El tercero.
Me casé con Melissa Klug y con Bárbara Curi.
Al principio ayuda, después estorba y al final molesta.
Hacemos lo que queremos, nos pagan por eso, pero no podemos gastar el dinero como todos.
Con ellas se cumple que ‘billetera mata galán’.
Jugaba en Lawn Tennis y concentrábamos en el ‘María Angola’...
Me paraba en la puerta del hotel hasta tarde y el profesor Carlos Daniel Jurado decía que salía de noche como los murciélagos.
Nunca tomaba, recién a los 30 años probé whisky y me gustó.
Jugábamos en Inti Gas, Edgar Ospina era el técnico y entrenábamos en el ‘Cultural Lima’.
El profesor le había dicho al presidente del club que no quería a Carlos. Ese día yo lo llevaba a la práctica.
Iba pensando y yo le decía: ‘Por favor, conversa tranquilo, no hagas escándalo’. Me respondía: ‘Sí Abelito, tienes razón’.
Bajó del auto, vio a Ospina y lo rellenó de puñetes.
Decirle gracias por haberme permitido ser parte de ese grupo humano del Cienciano que ganó la Sudamericana. Germán Carty no me dio ni una sola oportunidad, porque metía todos los goles.
Me gustaría dominar el inglés y no como lo hablo. Un poquito el francés y me encanta el italiano, que es el idioma más enamorador del mundo.
Agradecer al Sport Boys que me hizo llegar la nueva camiseta y a los lectores del ‘Trome’ pedirles que se cuiden, que a la pandemia le ganamos todos.
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