Le ganó la guerra al y sobrevivió para contar su testimonio. El actor y productor mexicano se viene recuperando, luego de haber sido sometido a un doble trasplante de pulmón a finales del año pasado, como consecuencia de coronavirus que lo dejó ocho meses que permaneció en el hospitalizado en Estados Unidos, cuatro de ellos en estado de coma. Esta es su historia de fortaleza y amor de padre.

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En junio pasado fue internado, poco después de haber dado positivo al Sar Cov2. “Pensé que iba a ir al hospital y que ese mismo día regresaba a mi casa, pero cuál fue mi sorpresa, que no fue así. El virus atacó directamente mis pulmones, los dañó muchísimo, entonces ya no podía respirar… La única esperanza que me daban era buscar un trasplante de pulmones”, reveló en una entrevista al programa Despierta América.

Sus ángeles

El artista mexicano indicó que tuvo la bendición de poder recibir los órganos de un donante, que también ayudó a otras personas. Contó que ha perdido mucho peso, que ha tenido que aprender a caminar y ahora toma muchos medicamentos para que su cuerpo no rechace el órgano trasplantado.

“Hay muchas cosas que no podré hacer, pero nada se compara con estar hoy aquí y poder respirar”, dijo en declaraciones a Ventaneando.

Mauri reconoce que en esta guerra no estuvo solo y agradeció el apoyo de su familia y del personal médico que lo ayudó a superar la enfermedad en el hospital Gainesville, en Florida.

“Yo los veía como ángeles que pasaban por los pasillos, porque lo único que hacían era ayudarte, atenderte... He tenido la oportunidad de ver a mis doctores una vez que ya salí, a mis enfermeros, y es una emoción tan linda de parte de ellos de decir: ‘Lo logramos’. Es un trabajo de equipo, es un trabajo de todos”, reveló.

Su fortaleza

Mauri, quien hace unas semanas pudo estar presente en la boda de su hija y llevarla de su brazo hasta el altar, reveló que fortaleza para enfrentar este embate del COVID-19 fue su familia y la boda de su hija Carlita.

“Lo primero en que pensé fue en mis hijos, en Carla (su esposa) y en mi familia. Y le dije al doctor que no importara lo que tuviera que hacer. De ahí no me acuerdo de nada, hasta que desperté del coma”, relató Mauri. A mi esposa, debido a que tuve una hemorragia, le dijeron que no iba a pasar la noche, pero mejoró.

La boda de su hija

“Una de las cosas que siempre le pedí a Dios era que me dejara entregar a Carlita el día de su boda; yo soñaba con verla de blanco, caminando por el pasillo y todos los días pensaba en eso, me veía con ella”, contó Mauri.

Y su sueño se cumplió hace tres semanas. “La boda fue un momento de los más bonitos de mi vida. Hacerlo realidad, verlos felices después de tanta tristeza, me cambió todo, me dio una fuerza extra que hasta hoy la tengo y que voy a seguir con ella todo el tiempo que necesite salir adelante”.


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