La guerra se ha desatado entre Paulina Rubio y su expareja Gerardo Bazúa, padre del menor de los hijos de la cantante, luego que denunciara a la Chica Dorada de dar órdenes a sus empleados para que le impidan ver a su retoño.
Esta situación ha provocado que el también cantante de música ranchera acuse a la artista de evitar que su pequeño pase tiempo con su familia paterna. Por tal motivo, a través de su cuenta de Instagram, acusó a Rubio de no llegar a un acuerdo sobre el régimen de visitas de Eros porque, según él, no le resultaría conveniente para ella.
“Garantizar plenamente el derecho y desarrollo de los niños consiste tener a papá y a mamá. Si alguno de los progenitores obstaculiza ese derecho fundamental, atenta directamente contra los niños de manera muy grave”, escribió en su red social.
Por su parte, Paulina a preferido mantenerse en silencio y ha sido su madre, quien ha salido a desmentir tales aseveraciones. “El señor Bazúa ha ignorado repetidamente el proceso ordenado de visita a su hijo, negándose a concretar un acuerdo en protección al menor y continúa dando declaraciones desinformando a los medios”, publicó Susana Dosamantes en su perfil de Instagram.
Tras este nuevo conflicto entre los cantantes recordemos su historia de amor que acabó en malos términos.
Debido a la trayectoria que había logrado Paulina Rubio como cantante fue invitada a participar como jueza y preparadora en la segunda temporada del reality show de talentos “La Voz de México” en 2012, junto con Miguel Bosé, Beto Cuevas y Jenni Rivera.
Es en este programa donde conoce a un concursante, quien posteriormente se convertiría en su pareja sentimental: Gerardo ‘Jerry’ Bazúa. Debido a que perteneció a su equipo, se encargó de guiarlo y hacerlo crecer artísticamente. Con bastante empeño y esmero, logró ser semifinalista del certamen.
Bazúa establecería un vínculo con la cantante y se convierte en su nueva pareja sentimental con quien se rumoreó que se había casado en secreto a inicios de 2016. Fruto de esta relación, nació su segundo hijo el 5 de marzo de 2016, cuyo nombre es Eros.
Pasado un tiempo y aunque no era oficial, diversos medios informaron de una posible ruptura de la pareja a mediados de 2017 basándose en rumores y coincidencias como la no mención de Bazúa en ninguna de las memorias de la Chica Dorada en sus redes sociales. Tiempo después, la ruptura fue oficializada en setiembre de 2018 por el propio cantante de música ranchera.
Aunque se desconocían los verdaderos motivos del fin de su romance con Paulina Rubio, el cantante Gerardo Gazúa, en noviembre de 2018, dijo que el final llegó en buenos términos y dio a conocer las causas.
“A veces las cosas no pasan como uno quiere y también es de sabios saber decir: 'Tengo que parar’. Es algo normal y falta de comunicación. Creo que la comunicación es lo más importante en una pareja. Si pierdes la comunicación, ya perdiste todo”, dijo en entrevista al programa Un Nuevo Día.
Para el ranchero, el distanciamiento con la mamá de su hijo y la falta de comunicación desgastó todo lo que sentía por ella, pese a estar muy enamorado.
En setiembre de 2018, a pesar de los buenos términos en los que ambos cantantes supuestamente habían quedado, sobre todo por el bienestar de su hijo, Gazúa acusó en redes sociales a la artista de no dejar ver a su hijo. “Eros, llevo más de cuatro meses suave y sutilmente esperando saber de ti, pues tu mamá está desaparecida, como si yo, tu padre, hubiera muerto. Eso por el momento no lo sabes tú, pero tu mamá Paulina Rubio sí lo sabe”, escribió.
Asimismo, dio a conocer en aquella oportunidad que no era la primera vez que la ex Timbiriche lo alejaba de su pequeño. “Esa es su manera de ejecutar las cosas, ella siempre hace lo mismo: se va, no dice nada y así siempre me lo ha hecho […]. Mis problemas de pareja ya lo superé, ya le di vuelta a la página. Yo no tengo ningún problema con ella personalmente”.
Desde ese momento se conoció que la relación entre ambos personajes no marchaba nada bien.