A pesar de haberse desempeñado como villana en varios melodramas, Sabine Moussier supo ganarse el corazón de la audiencia, al punto de ser una de las actrices más queridas de la televisión mexicana. Como se recuerda, ella interpretó en los años 90 a la pianista Mireya Serrano en “María Isabel” y a Lorenza Torres en la exitosa telenovela “El privilegio de amar”, y aunque su vida estaba marcada por el éxito, hubo una enfermedad que casi destruye su carrera actoral.
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Y es que hace algunos años, la actriz tuvo que alejarse de los estudios de grabación porque padecía el síndrome de Guillain-Barré, una enfermedad que puso en riesgo su integridad ya que estuvo a punto de quedar paralítica, motivo por el cual tuvo que utilizar una silla de ruedas.
“No podía ni recargar una rodilla sobre la otra, lloraba y me dolían las lágrimas, no me podía mover. Me dolía todo, el aire, pero era la piel, era la ropa, me lastimaba. No podía caminar bien, no sentía fuerza. Sentía agujas en las plantas de los pies, en las manos, no las podía doblar, se me empezaban a poner rojas”, declaró la actriz el año 2010 a la revista mexicana TVNotas.
Ahora, diez años después, Sabine se animó a hablar de ese difícil momento que atravesó. Después de los foros de grabación para “La mexicana y el güero”, ella contó al programa ‘Hoy’ que cuando estuvo mal tuvo una fuerte depresión que la llevó a pensar en acabar con su existencia.
Sin embargo, al ver a sus dos hijos pequeños reflexionó y sacó fuerzas para salir adelante. Tras quedar postrada en una silla de ruedas, comenzó a realizar terapias para recuperar la movilidad de sus extremidades y sobre todo poder caminar.
Pero su salud no estaba bien, pues al poco tiempo los médicos le detectaron otra enfermedad. “Después de tenerme unas cinco horas en unos aparatos, una doctora hermosa me dice: ‘Tú lo que tienes es encefalomelitis mialgica o síndrome de fátiga crónica’ y además me enumeró varios virus en la médula espinal, el riñón y en el puente del cerebro”, publicó People en español.
Esto la llevó a estar postrada, algo que la deprimió nuevamente, por lo que tuvieron que medicarla.
En la actualidad, la actriz ha superado sus males, pero siempre cuida mucho de su salud, toda vez que tiene un problema a la cadera luego de sufrir hace algunos años una caída. Moussier se encuentra feliz de haber regresado a las pantallas con su papel Olinka Cohen.