En junio de 2016 se estrenó la serie biográfica “Por siempre Joan Sebastián”, que narraba la vida de “El Rey del Jaripeo”, cuyo papel fue interpretado por su propio hijo José Manuel Figueroa, mientras que el rol de su esposa Maribel Guardia estuvo a cargo de la actriz cubana Livia Brito.
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Tanto fue el éxito de la historia del cantautor mexicano, que su público no se perdía ningún capítulo de la bioserie. Para la grabación de las escenas se contó con el compromiso de casi todo el elenco, salvo por la renuencia de una de las actrices. Nos referimos a Brito, quien se negaba a besar al protagonista.
A continuación, te contamos la razón que llevó a la histrión de 34 años no querer hacer escenas románticas con el cantante.
José Manuel Figueroa y Livia Brito protagonizaron la bioserie. (Foto: Univision)
¿POR QUÉ NO QUERÍA BESARLO?
En el programa ‘De Primera Mano’, el conductor Lalo Carrillo se refirió a la actriz, de quien dijo que cuando grabó la bioserie era una persona muy prepotente y soberbia con el resto de sus compañeros. “Habla bien feo de los mexicanos y es bien payasita. Yo trabajé con ella en una serie y es incontrolable. Fue en la de Joan Sebastián que ella le hacía de Maribel Guardia”.
Asimismo, reveló que Livia Brito no tenía un comportamiento profesional y se rehusaba a besar al hijo de Joan Sebastián porque tenía mal aliento. “Ella tenía que tener intimidad fingida con José Manuel Figueroa, pero tuvimos que eliminar escenas porque de plano decía que le apestaba la boca”.
De esta negativa se enteró el propio cantante y el resto de la producción; por lo que decidieron dejar de hablarle a la cubana.
La actriz cubana que debutó en México en 2010. (Foto: Livia Brito / Instagram)
“Me consta que él sí se lavaba su boquita e iba bien emocionado porque era su debut como actor. Él se enteró y como ella sólo grabó dos semanas, esto fue como al cuarto día, y los demás días nadie le hablaba de la producción”, narró.
Además, contó que en una oportunidad cuando iban a grabar en Taxco, Livia no dejaba que nadie se le acercara, sólo bajaba para hacer sus escenas puntuales y luego subía al carro. “Nos condicionó las fechas de grabaciones y los horarios de repente dos o tres horas esperando a que le pusieran el chongo”.
