La actriz cubana Aylín Mujica se llevó el susto de su vida luego de haber sido secuestrada por varios minutos por un taxista cuando se disponía a ir al aeropuerto en México. Ella narró los momentos de terror y angustia que vivió y dio a conocer que no era la primera vez que le sucede este tipo de hechos.
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En diálogo con el programa ‘Suelta la sopa’, la reconocida villana de telenovelas contó el secuestro express del que fue víctima y cómo logró escapar de esta situación que le puso los nervios de punta.
“Tenía un vuelo que salía de México a las seis de la mañana, 6 y 25 para ser más exactos, y la persona que me iba a llevar no contestó porque era domingo. Entonces, yo me vi en la necesidad de pedir un transporte y no llegaba. Así que me fui a la calle por el nervio de no llegar y camino por una zona de la ciudad de México, cerca de Polanco, caminé como dos cuadras y agarré un taxi que había en la calle”, manifestó.
Luego relató que una vez en la unidad, el conductor sacó una navaja y se la puso entre las piernas. “No te quiero hacer daño, no te voy a hacer nada, simplemente necesito dinero. Perdí mi trabajo y necesito dinero”, dijo conteniendo las lágrimas.
Debido a que no contaba con mucho dinero, Aylín optó por entregarle lo que llevaba para que la deje ir, pero como no era suficiente para el delincuente, éste le pidió sus tarjetas y la llevó a sacar efectivo.
“Entonces me llevó primero a un cajero automático para sacar dinero, en ese cajero solo había una cantidad. Me arrebató el monedero, me siguió revisando las tarjetas. Me llevó a otro cajero y le di el dinero que pude, la verdad con mucho nervio. Me estuvo dando vueltas, me llevó bastante lejos y pensé que me iba a hacer algo. Pensé que me iban a matar”, indicó Mujica.
Asimismo, contó que no era la primera vez que vivía esta situación, pues hace años, también en México, intentaron asaltarla. “En ese momento, no sé, era más joven y abrí la puerta, y con el coche andando, me tiré a la calle. En esta ocasión, no sé si es por la edad, por la madurez que vas teniendo en la vida, yo temía muchísimo porque me hicieran algo, porque abusaran de mí físicamente o simplemente lo primero que pensé fue: ¡No voy a volver a ver mis hijos!”.
Sin embargo, manifestó que aunque con todo el miedo que sentía en el taxi se encomendó a Dios y logró ser liberada. "Sigo temblando, soy positiva, pero pensé que me iba a pasar algo y qe iba a ser el último día de mi vida. Fue un momento muy desagradable”.