Fernando Colunga y Edith Gonzales se convirtieron en una de las parejas de telenovelas más populares de los finales de los años 90. Los actores mexicanos fueron los protagonistas del melodrama “Nunca te olvidaré” que tenía como intro una canción del mismo nombre del cantante Enrique Iglesias.
Ya han pasado 21 años del estreno de esta historia de amor creada por Caridad Bravo Adams y producida por Juan Osorio. No cabe duda que en 1999 se posicionó como una de las telenovelas más vistas en México y Latinoamérica, ya que más de un televidente lloró con todo lo que tuvieron que pasar ’Esperanza’ y ’Luis Gustavo’ para terminar juntos y disfrutar de su amor.
Edith González y Fernando Colunga tuvieron gran química y esto se vio reflejado en cada una de las escenas de amor que tuvieron que protagonizar, pero durante esos momentos también surgieron algunas anécdotas que han pasado a la historia.
Por esos años y en medio de la gira de promoción de la telenovela, los protagonistas fueron invitados al recordado programa de “Cristina” y la actriz mexicana contó que ella y Fernando Colunga se dieron unos besos que hasta terminaron sangrando.
¿QUÉ PASÓ Y POR QUE LOS ACTORES TERMINARON SANGRANDO?
Tras la muerte de Edith Gonzales, el programa “Despierta América” hizo publico aquella entrevista donde la actriz contó cómo es que se ocasionaron estos besos con Fernando Colunga.
En una de las escenas que grabaron para la telenovela, el actor provocó a Edith y en manera de venganza pensó como desquitarse de lo que le hizo.
“Me voy a desquitar en donde él no pueda hacer nada”, relató la actriz.
Es por ello que agarro ese momento de debilidad y en donde el no podría realizar nada más para plantarle una tremenda mordida en los labios.
“Y entonces llega la escena del beso y le muerdo los labios bien fuerte”, continuó platicando Edith.
Pero ella no esperaba que Fernando reaccionara de mala forma, sin embargo para su sorpresa en la siguiente escena él se la devolvió.
“Los dos estábamos yo creo con los labios sangrantes”, confesó entre risas.
