La actriz Nicole Kidman regresó a Australia con permisos especiales que le permiten guardar el periodo de aislamiento obligatorio por el nuevo COVID-19 en su mansión antes de iniciar el rodaje de una miniserie.
La intérprete llegó en un avión privado a la ciudad de Sídney junto a su esposo, Keith Urban, y otros miembros del equipo de rodaje, antes de montar en una caravana de coches para abandonar el aeródromo, informó el canal 7 de la televisión australiana.
Según los medios australianos, Kidman y sus acompañantes han obtenido permiso especial para pasar la cuarentena obligatoria de 14 días en una propiedad de la actriz en Southern Highlands, a unos 110 kilómetros al sur de Sídney, en lugar de en los hoteles designados por el gobierno.
La Policía del estado de Nueva Gales del Sur supervisará que se cumpla con la cuarentena en este “centro de producción aislada”, en donde el equipo de rodaje se dedicará al trabajo de preproducción, publicó el tabloide Sunday Telegraph.
Kidman será la coprotagonista y productora de la miniserie “Nine Perfect Strangers”, una adaptación del libro de su compatriota Liane Moriarty, en la que participarán también Melissa McCarthy, Luke Evans, Samara Weaving y Manny Jacinto, entre otros.
El rodaje de “Nine Perfect Strangers”, que costará unos 100 millones de dólares australianos (69,8 millones de dólares estadounidenses o 61,13 millones de euros) comenzará el próximo 10 de agosto y se extenderá por 19 semanas.
Australia, con unos 11.800 casos confirmados de COVID-19 desde el inicio de la pandemia, ha logrado gestionar con éxito las medidas para evitar la propagación del virus en casi todo su territorio. No obstante, desde principios de julio registra un fuerte rebrote en Melbourne, con más de 2.800 casos durante la segunda ola de contagios, que ha obligado a imponer una segunda cuarentena en esta ciudad de alrededor de 5 millones de habitantes.
El país, cuya economía se ha visto duramente afectada por el virus y se dirige hacia su primera recesión en 29 años, pretende atraer a las grandes producciones cinematográficas y televisivas gracias a un fondo de ayudas y excepción fiscal, además de promover su territorio por su bajo número de casos del nuevo coronavirus.