Lindsay Lohan tiene más de una razón para sonreír. La actriz y cantante se encuentra embarazada esperando la llegada de su primer bebé junto a su esposo Bader Shammas, y el solo hecho de llevar en su vientre a un nuevo ha llenado de bendiciones a su familia.
Según explica ‘Yahoo’ en una nota, los días de paz y felicidad parecen haber regresado a su círculo más cercano, y es que sus padres Michael y Dina se habrían reconciliado luego de varios años de conflicto a los que la artista de 36 años no fue ajena.
La dura adolescencia de Lindsay
Como es sabido, el matrimonio llegó a su fin con la decisión del divorcio en el 2007, siendo a lo largo de los años una batalla pública por la custodia de Lindsay. Si bien su madre Dina terminó quedándose con ella y manejando su carrera artística como manager, las tensiones no llegaban a su fin.
De hecho la relación entre Lohan y su madre también fue complicada. En el 2012 una llamada alertó a la policía que se acercó hasta la casa de ambas en Nueva York, debido a un fuerte altercado entre ambas. Empero eso no fue todo, en el 2016, Lindsay diría públicamente que “ya no podía más” por los problemas con su mamá.
Aquí la actriz salió a contar en su Instagram todos los detalles de los problemas existentes entre sus padres que finalmente salpicaban hasta su persona, a pesar de que no había sido la intención de ellos que la afectara tanto a ella como a sus tres hermanos.
Su embarazó los unió
No obstante, como el tiempo cura las heridas y se encarga de dar nuevas oportunidades, hoy la situación es otra a puertas de la llegada de su primogénito, nieto de sus padres Michael y Dina, quienes están muy felices con el futuro acontecimiento.
Según palabras del propio padre, todos han logrado reconciliarse y simplemente están ansiosos con la venida del heredero, del cual no ha querido revelar el nombre por respeto a su hija y yerno, pero que apenas nazca, se hará presente junto a Dina.