Lidia Ávila es una cantante y actriz mexicana muy reconocida. La artista de 41 años inició su carrera en el grupo musical “La Onda Vaselina” y en el año 2000 adoptó el nombre de OV7. Desde ese momento ganó mucha popularidad, así que fue convocada para diversos proyectos musicales, pero a pesar del éxito profesional que ha alcanzado, no todo ha sido color de rosa, ya que hace 10 años perdió a su pequeña Sophia.
En una entrevista con Yordi Rosado, la intérprete abrió su corazón y recordó el duro momento que vivió cuando su hija murió, tras padecer el síndrome de intestino corto. En el programa para YouTube, la cantante recordó los duros momentos en el hospital, acompañando a su pequeña, quien estuvo tres meses internada, antes de poder salir a conocer “el cuarto que con tanto cariño” le prepararon.
Entre lágrimas, la cantante recordó que ella siempre quiso ser mamá y que recibió con gran ilusión la noticia de su embarazo e incluso señaló que todo transcurría con normalidad; sin embargo, luego de uno de los tres ultrasonidos que por norma se realizan para monitorear el estado del bebé, las cosas cambiaron y por ello le tuvieron que realizar una cesárea, pues se temía por la integridad de la bebé.
EL DURO MOMENTO DE LIVIA ÁVILA
Durante la entrevista, Lidia afirmó que su sueño siempre había sido el convertirse en madre, “fue un embarazo padrísimo, yo venía de hacer ‘Selena’ y estaba flaquisíma. Entonces estaba más que soñada, la verdad”.
“Un mes antes de que Sophia naciera fui a una consulta con el ginecólogo y me dice que del mes pasado a ese, a la bebe le había salido un quistecito en la panza”, recordó la cantante, quién narró que él médico mandó a realizarle estudios a la bebé y le informó que no era posible definir qué tenía, pero que era posible que al nacer tuvieran que operarla para retirar el quiste.
La integrante de OV7 recordó que le tuvieron que practicar una cesárea tiempo antes de lo programado, pues su bebé estaba perdiendo peso y tras nacer le realizaron una operación para retirarle el quiste, que resultó ser en realidad su intestino y el apéndice.
“Yo me hice experta”, recordó la actriz, pues tras la operación los médicos le informaron que la pequeña tenía el Síndrome del intestino corto, un padecimiento que no se había tratado en ese hospital y que inevitablemente desencadenaría en la muerte de su pequeña.
Recordó que por tres meses estuvo visitando a su nena en el hospital y la dejaba con el temor de recibir la llamada en la que le informaran que había muerto.
“Ahí me cambió la vida, me cambió totalmente y soy una persona antes, una persona después” enfatizó Lidia y afirmó que sin duda era un dolor que no le desea a nadie, pues la muerte de un hijo no tiene ni siquiera nombre y recordó que entre las muchas cosas que le enseñó “su angelito” es a nunca decirle a alguien que entendía su dolor, pues cada pérdida es única.
Tras seis meses de luchar para que su pequeña saliera adelante, le pedía a su familia que rezara para que “diosito se la lleve”.
“Los últimos días que llegaba mi familia al hospital y me decían, vamos a rezar, yo les decía si van a rezar pídanle que ya se vaya, si van a pedir algo, pídanle a diosito que ya se la lleve, porque ya no quiero ver a mi hija así”, recordó entre lágrimas la actriz.
SU ÁNGEL DE LA GUARDIA
El 26 de septiembre del año pasado, Lidia compartió fotos inéditas de su pequeña, mientras estuvo hospitalizada.
“Hoy, te recuerdo y te agradezco mi niña, todo lo que dejaste en mi, fueron 6 meses los que te tuve físicamente pero es una eternidad en mi mente y mí corazón #besoshastaelcielo”, escribió en su momento para recordar a Sophia.
Ahora Lidia es mamá de otros dos pequeños y contó que se tatuó una libélula en el brazo en honor a Sophia y que ahora frecuentemente encuentra libélulas en su camino, que le hacer sentir siempre presente a su primogénita.